En su acostumbrado tono malintencionado, mentiroso y virulento, las controvertidas congresistas de la ultraderecha uribista, Paloma Valencia y María Fernanda Cabal, elaboraron una carta que proyectan enviar al Congreso de los Estados Unidos para presionar que la contribución programada por este país al proceso de paz colombiano sea congelada.
El contenido de dicha misiva fue dado a conocer en la Casa de Nariño por el propio presidente Juan Manuel Santos, quien envió un duro mensaje a la oposición uribista, a la que calificó de “violenta y virulenta”.
Los términos de la carta, que son completamente infundados, tienen además visos cómicos pues las dos congresistas se atreven a señalar que el sistema económico de mercado colombiano está comprometido por una “agenda marxista leninista” y se hace referencia a “las relaciones comprobadas de las Farc con el crimen internacional organizado y organizaciones terroristas como Hizbolá y Al Qaeda (las cuales) permanecen intactas”.
Tras la revelación del contenido de la comunicación, la representante Cabal con su acostumbrado cinismo y desfachatez negó la existencia de la misma y señaló que se trata de “una cortina de humo” del presidente Santos.
Lo cierto es que la misiva es real y su existencia fue confirmada por la senadora del Centro Democrático, Paola Holguín, quien finalmente aclaró que fue la única integrante de su bancada que la firmó.
Holguín explicó que la carta fue suscrita por 40 personas y que será enviada próximamente a los congresistas de Estados Unidos.
“Como ciudadanos que ejercen cargos en el sector público de Colombia, expresamos nuestra profunda esperanza de que el gobierno de los Estados Unidos de América considere los argumentos antes mencionados y adopte las medidas que considere necesarias”, reza uno de los apartes del infamante documento.