Por Silvina Romano / CELAG
El problema en América Latina es la corrupción. Así lo definen desde la prensa internacional y los think-tanks del establishment, hasta el Comando Sur de los Estados Unidos. Así lo declaró John F. Kelly, ex comandante de dicho comando (hoy Jefe de Gabinete de Trump) cuando tuvo que referirse al principal enemigo en América Latina “La raíz del problema es el sistema legal y la corrupción…”1, visión que constituye el eje de la estrategia del Comando Sur para 2018, pues la corrupción se presenta como uno de los principales factores de inseguridad2. De modo que la corrupción es un mal endémico y el principal problema de América Latina –de tal envergadura que ya forma parte de los asuntos geopolíticos.
La reciente cruzada contra la corrupción en América Latina, que alcanzó uno de sus “éxitos indiscutidos” con el derrocamiento de la presidenta Dilma Rousseff en Brasil, tiene algunas características que suelen pasar desapercibidas.
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