Por Kelly Sánchez / El País de Cali
De pequeña, Clara López le escribió una carta al Niño Dios en la que le pidió por la paz de Colombia y por el bienestar de los pobres. Varias décadas después, la fórmula vicepresidencial de Humberto De la Calle dice que esa sigue siendo su bandera y que por eso hoy está en la campaña del exjefe negociador en La Habana.
La exministra reconoce que ha sido cuestionada por su peregrinaje político, pues pasó de ser presidenta del Polo Democrático a apoyar la reelección de Juan Manuel Santos haciendo luego parte de su gabinete, pero asegura que a De la Calle le suma “esa sensibilidad social del corazón de la mujer”.
“Voy a ser una gran coequipera de quien, no me cabe la menor duda, es el hombre con mejores condiciones para ser Presidente de la República”, sostiene respecto del hombre por el que rompió el pacto que había sellado con Gustavo Petro y Carlos Caicedo para medirse en una coalición de izquierda.
¿Qué la llevó a aceptar ser la fórmula vicepresidencial de Humberto De la Calle?
Es una fórmula de una coherencia vertical. El artífice del Acuerdo de La Habana es Humberto De la Calle y yo me la he jugado a lo largo de mi vida por la solución política negociada al conflicto armado. Apoyé a (Juan Manuel) Santos en su aspiración a la reelección para proteger y defender las conversaciones de paz que se adelantaban en ese momento, y creo que esa ha sido una de las decisiones más importantes de mi vida, porque de hecho ayudó a proteger esas negociaciones que nos han dado un Acuerdo Final firmado que está en ejecución. No hay plena ejecución porque ha habido demasiadas demoras, contradicciones y problemas, pero a fin de cuentas estamos gozando del fin de conflicto con las Farc, lo que ha desocupado el pabellón de heridos del Hospital Militar y tiene amplísimas zonas de Colombia en relativa calma.
A propósito de la paz, ¿aún conserva la carta que de niña le escribió al Niño Dios pidiéndole que le trajera la paz a Colombia?
Sí. La encontré en el misal de mi madre. Es una tarjetita pequeña, en la que se ven los rudimentos de la escritura de alguien que está apenas empezando a escribir. Tenía una estampilla dibujada con un avión para que mi tarjeta llegara al cielo. Ahí digo: ‘Niño Jesús, te pido para estas navidades paz para Colombia, comida y vestido para los niños pobres de mi patria’, y aunque uno a esa edad no sabe cuál es la vocación de vida, resultó ser esa mi vocación. Todo lo que he hecho desde el uso de la razón ha estado dirigido en ese sentido. Mi vida política ha estado encaminada a la consecución de la paz, la no violencia y la inclusión, especialmente de los sectores más vulnerables.
¿Qué le aporta usted a la candidatura de De la Calle?
Le aporto esa sensibilidad social del corazón de la mujer. Sin lugar a dudas uno no puede construir paz y reconciliación si no lo hace sobre unas bases profundas de carácter social. Por eso, Humberto De la Calle ya ha dicho que, de ser elegido presidente, me va a encargar de la coordinación de toda la política pública social del Estado para que pueda aportar aquello que me es más especial y a lo que he dedicado enormes esfuerzos y estudios durante mi vida para dominar y hacer bien.
Voy a ser una gran coequipera de quien, no me cabe la menor duda, es el hombre con mejores condiciones para ser Presidente de la República.
¿Cree que Colombia tendrá por primera vez a una mujer en la Vicepresidencia?
Creo que no va a haber ninguna posibilidad de que haya un presidente sin vicepresidenta, porque los candidatos con opción tienen a una mujer en la fórmula. La vez pasada dos fuimos candidatas presidenciales y en mi caso apoyé la opción de Humberto De la Calle, en aras de ir aglutinando y forjando el proceso de convergencia y unidad que se necesita para llegar a la Primera Magistratura.
¿Qué les dice a quienes no estuvieron de acuerdo con que usted fuera escogida como ‘llave’ del candidato liberal por venir del Polo Democrático?
Creo que hay que darle una interpretación dialéctica. Todo el mundo suma y todo el mundo resta, eso es apenas lógico. No todo el mundo puede estar de acuerdo con todas las determinaciones, pero de lo que no me cabe la menor duda es de que Humberto De la Calle y Clara López, el Partido Liberal y las corrientes de izquierda que yo represento, el Partido ASI, somos una fórmula que no suma, sino que multiplica, porque nos complementamos y, sin lugar a dudas, generamos una visión de credibilidad muy grande hacia la paz y el progreso social, que para mí son las dos banderas fundamentales del momento.
¿Cuál será su prioridad de llegar a la Vicepresidencia?
La juventud y las mujeres son una prioridad, como lo es la población con discapacidad. Diría que en términos de política social tenemos que hacer profundos esfuerzos en Colombia por la educación superior. Los jóvenes no pueden quedar cercenados de la oportunidad de entrar en la esfera del conocimiento cuando esta es la base de la cuarta revolución industrial y del progreso de la humanidad. La educación superior debe ser universal y entenderse como un derecho de todos y todas, por eso le apostamos al fortalecimiento de la universidad pública, que debe ser gratuita, con masificación de cupos para ampliar las oportunidades de los jóvenes.
Con el tema de las mujeres, uno de los puntos de acuerdo con De la Calle fue la creación del ministerio de las mujeres para darle institucionalidad a la aplicación de la igualdad de derechos de la mujer en todas las esferas del Estado y la sociedad.
¿Por qué cree que, pese a tener una buena valoración en los sectores de opinión, De la Calle no ha logrado posicionarse, al parecer, entre los electores?
Yo no sé si esto es tan cierto, pero a los escépticos hay que contestarles que en vez de decir que tenemos el mejor candidato y no votamos por él porque no pensamos que va a ganar, yo les propongo que digan: ‘tenemos el mejor candidato, votemos por él para que gane’.
Pero las encuestas le dan pocas opciones a él para la Presidencia, ¿usted les cree?
Hay una ‘encuestitis’ aguda, y salen encuestas tras encuestas. Nos están tratando de convertir la deliberación pública de las propuestas en una especie de cabeza a cabeza, como si fuera una carrera de ciclismo. Pero si seguimos con ese símil, quiero decir que el doctor Humberto De la Calle y yo estamos hechos para la alta montaña y que llegamos a esta etapa del debate electoral y nos crecemos en las dificultades. No nos queda la menor duda de que nos van a ver en la segunda vuelta presidencial, con muchas ganas de garantizar la consolidación de la paz en este país, el progreso social y la reconciliación.
Cambiando de tema, ¿qué opina de la división que persiste al interior del Polo Democrático frente al apoyo a un candidato presidencial?
No me sorprende porque en el Polo desde hace rato se dejaron de tomar las decisiones conforme a los estatutos del partido, no se convocó el quinto congreso, que ha debido convocarse hace dos años. Entonces, cuando las decisiones no son democráticas en un partido de gente aguerrida y librepensadores, como lo son los dirigentes del Polo Democrático, van a surgir este tipo de situaciones que desdicen de la democracia interna. Yo no creo que la disciplina de perros sea algo como para un partido de las calidades del Polo Democrático Alternativo.