Por Raquel María Bonilla Iguarán*
En los momentos actuales, el término izquierda política va recobrando mayor autenticidad y abandonando las distorsionadas como satanizadas e injuriosas connotaciones del pasado cuando vivíamos una “cacería de brujas”; entonces es cuando vale la pena recordar: “que es ser de izquierda” desde su etimología y así facilitar la emancipación del concepto de izquierda política de las peligrosas estigmatizaciones para que transitemos hacia la democracia real.
La izquierda política es un concepto que agrupa a todas las posiciones políticas que tienen como tesis central la defensa de la igualdad social contraponiéndose a la derecha política que considera las diferencias sociales como algo normal, inevitable o natural.
Tanto el término izquierda política, como el de derecha política, tienen su origen histórico en la Revolución francesa cuando en la votación del 14 de julio de 1789 la Asamblea Nacional Constituyente debatía el proyecto de artículo de la nueva constitución en la que se establecía un veto absoluto del rey a las leyes que llegara a aprobar la Asamblea Legislativa. Los diputados que estaban a favor del poder absoluto del monarca se ubicaron a la derecha del presidente de la Asamblea y los que estaban en contra y defendían limitantes al veto del rey se ubicaron a la izquierda del presidente.
Hasta nuestros días, el término “izquierda” se relaciona íntimamente con aquellas posturas políticas que pretenden el cambio político y social.
A su turno, el término “derecha” se relaciona con aquellas posiciones políticas que se oponen al cambio político y social.
La izquierda política se divide en tantas ramas y corrientes de pensamiento; no hablaremos de todas, pero muchos coinciden que su clasificación más general se deriva del nivel de intensidad con la que se critique el capitalismo, por eso algunos se autodenominan socialdemócratas para diferenciarse involuntariamente de los comunistas y ambos, de la izquierda revolucionaria o radical.
Aún hay más por decir, de nuestro árbol y sus ramas, pero suficiente ilustración para pasar rápidamente aunque quede un vacío gigante en la clasificación, a reiterar que el Polo Democrático Alternativo es, sin dar lugar a discusión, un partido de izquierda, que aunque en sus orígenes abarcó muchas líneas de pensamiento derivadas de las tradicionales clasificaciones que hoy por hoy ya no se encuentran con nosotros ya sea por retiro voluntario o forzoso, seguimos siendo con los que quedan suficientemente un partido de izquierda y lo seguiremos siendo con los que llegan y regresarán, posiblemente ya no con clasificaciones tan universales como las de arriba recordadas, pero lo somos y lo seremos. Y a pesar de todas nuestras dificultades del ahora y aunque en bruscos movimientos veo improbable que nuestro origen cambie y esto es lo que realmente importa.
Co-Presidenta Coordinadora Magdalena Polo Democrático Alternativo.