DIARIO RED /
La senadora y precandidata presidencial Clara López Obregón aprovechó su más reciente columna periodística en Diario Red para enviarle una carta abierta al presidente estadounidense Donald Trump.
Los términos del mensaje son los siguientes:
Una carta desde el Sur
Señor Presidente Trump:
Le escribo desde Colombia, como alguien que fue educada en su país y que respeta profundamente sus instituciones y tradiciones democráticas. No lo hago para confrontarlo, sino para invitarlo a reflexionar sobre las decisiones que está tomando y las consecuencias que estas tienen para el mundo que ahora compartimos.
Durante décadas, Estados Unidos ha liderado al mundo no por la fuerza, sino por el ejemplo. Representa la libertad, la democracia, la igualdad de oportunidades, los derechos humanos, la innovación científica y la promesa del sueño americano. Ese liderazgo inspiraba porque se fundaba en convicciones éticas, no en coerción.
Hoy, el orden global está cambiando. China avanza con tecnología y pragmatismo. Rusia maniobra con estrategia y narrativa. India crece con escala y diplomacia. Asia ya no es una región pasiva: es un centro de poder. Y la Inteligencia Artificial está transformando la manera en que los países gobiernan, se comunican y deciden. El futuro pertenece a quienes comprenden la complejidad.

Ni Estados Unidos ni América Latina pueden ignorar esta transformación. Ya no somos naciones que obedecen por necesidad. Colombia habla con dignidad, con memoria y con propósito.
El presidente Gustavo Petro no representa una amenaza en ningún sentido. Todo lo contrario: es producto de la historia, de la lucha popular, de la evolución democrática. Su liderazgo se basa en la convicción, no en la fuerza.
Hace décadas, Petro denunció las alianzas entre narcotráfico, paramilitarismo y política. Como resultado de sus denuncias públicas, fueron extraditados 18 líderes paramilitares y narcotraficantes que testificaron sobre las estructuras mafiosas en Colombia y sus vínculos con el Estado y con actores políticos. Esa verdad está documentada en los archivos de su país: en los de la justicia, en los tribunales, y en las agencias del Estado. Revísela, por favor.

Por estas razones —entre otras causas históricas— fue elegido Presidente de Colombia.
Acusarlo de narcotraficante es ir contra la historia y contra la verdad.
Aún hay tiempo. No para retroceder, sino para cambiar de rumbo. Colombia no pide permiso para existir, pero sí ofrece diálogo. Usted puede continuar por el camino de la confrontación, o puede elegir el de la amistad y la cooperación.
Colombia está lista para caminar con el mundo, no detrás de él. Nuestra historia es de resistencia, no de sumisión. Nuestro futuro será escrito por nosotros, no por otros. Siempre defenderé, siempre defenderemos la soberanía, la paz y la justicia global — y honraremos la amistad histórica entre nuestros pueblos.



