POR OCTAVIO QUINTERO
«¡Petro, suelte el twitter!», exclaman. Y, tienen razón: mientras el Presidente domine la «conversación pública», las sandeces, mentiras y la desinformación de los medios corporativos en su contra, no le hacen mella.
Leonardo García, analista de posts en la red X, revela que, hasta abril, se registraron 70 millones de publicaciones en Colombia, y el 36 por ciento está relacionado con política y gobierno, franja dominada por Gustavo Petro, “ya sea de manera directa o mediante terceras personas afines, el Presidente pone sobre la mesa el tema que le interesa”, dice el analista neoliberal Ricardo Ávila del diario El Tiempo, propiedad del banquero Sarmiento Angulo.

A esa masificación de su discurso -agrega- se debe el alza de su imagen en las dos últimas encuestas: Invamer y Cifras y Conceptos, la primera -antipetrista pura y dura- le reconoce «una mejora neta de 11 puntos porcentuales en el índice de calificación a la labor presidencial (cinco puntos más aprobación y seis de menor desaprobación)», y la segunda –del oportunista “centro” político- muestra que la izquierda que le apoya salta del 17 al 25 por ciento, entre noviembre de 2024 y abril de 2025, y al mismo tiempo, el grupo que cree en las propuestas del progresismo sube de 19 a 25, mientras que los inconformes disminuyen de 27 a 22 %. Dato: el crecimiento del presidente Petro está entre la población joven, según las encuestas.
El tiro en el pie
«Lo mencionado sugiere que hubo un evento que le dio aire al presidente Petro… Este repunte se da por el (celebrado) hundimiento de la reforma laboral y el posterior lanzamiento de la consulta popular”, opina César Caballero, gerente de Cifras y Conceptos.

“Para buena parte de los colombianos Petro encarna el cambio, es alguien que se siente cercano y es visto como la persona que está del lado del pueblo contra un Estado injusto que está en manos de unos pocos”, opina el exsecretario de César Gaviria y columnista de talante conservadurista Miguel Silva, a través de El Tiempo.
La conclusión del analista Ricardo Ávila, es que nos aproximamos a unas justas electorales (Congreso y Presidente) con sendos discursos, oposición y Gobierno, radicales.
En mi opinión, la radical oposición conllevó a la radicalidad del presidente Petro, y mientras su discurso gana pueblo, de vuelta, el discurso de la contraparte suena, cada vez, más hueco.
Nos vemos en 2026.



