diciembre 3, 2024 3:44 am
La visita pastoral de Francisco Papa a Colombia

La visita pastoral de Francisco Papa a Colombia

Por Héctor Alfonso Torres Rojas

Un reto y un desafío para la Institución Eclesiástica y para la clase política que se afirma católica

Francisco-Papa sabe que una buena parte del episcopado colombiano y un amplio sector del clero y de la vida religiosa no se alimentan de las teologías progresistas, y mucho menos de la Teología de la Liberación. Se podría pensar que por diferentes fuentes ha llegado a saber que no han sido acogidos con fervor sus planteamientos. Su visita es, pues un reto. Y un gran desafío para la institución católica y para la clase política.

¿Logrará cambios significativos en obispos, clero y religiosos, más preocupados por las cuestiones del culto y las devociones, que de la situación de la población? Salvo excepciones, que sí las hay, muy arriesgadas y valientes. Utilizando una expresión del Cardenal Bergoglio, en el cónclave que lo eligió, la Institución católica en Colombia, es muy “autorreferencial”. Es decir, muy centrada sobre sí misma. No es “una Iglesia en salida”.

La mayor parte de los políticos se confiesan católicos. Tampoco el conjunto de la clase política ha asimilado su mensaje, comenzando por el cuidado de la Casa Común, el Medio Ambiente. Políticos y parlamentarios han estado lejos de la población que convoca consultas populares contra el extractivismo y la megaminería que destruyen la “La Casa Común”. Desde que asumió Francisco-Papa, la corrupción ha sido galopante y la Conferencia Episcopal, como muchos obispos, ha guardado silencio.

Estamos a escasos a tres meses de la visita de Francisco-Papa, que se llevará a cabo del 6 al 10 de septiembre. Visitará las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena. Hay quienes opinan que se excluyó Cali, como “castigo” al Arzobispo, por sus libertades de pensamiento. “Castigo” no por parte del Papa sino de parte del Nuncio y quienes controlan la Conferencia Episcopal. El sur del país quedó excluido de la visita.

El cardenal Jorge Mario Bergoglio ha seguido con interés los debates teológicos, pastorales y sociopolíticos que se han dado al interior del episcopado, del clero, de la vida religiosa y de una pequeña porción del laicado latinoamericano. Fue protagonista en la V Asamblea de Obispos, en la pequeña ciudad de Aparecida, Brasil, en 2007. No hay dudas que los debates teológicos, socio-políticos, económicos y culturales, al interior de las iglesias de América Latina, le aportaron mucho para sus convicciones, compromisos y para el estilo sencillo de vida como Arzobispo de Buenos Aires. Un dato: casi siempre se movía en bus público. La teología y los debates latinoamericanos le han aportado mucho para el ejercicio de su pontificado.

La V Asamblea de Obispos en Aparecida y la Teología de Medellín-68

 

El Cardenal Bergoglio participó en la V Asamblea de Obispos de América Latina, que tuvo lugar hace precisamente diez años, del 12 al 31 de mayo, de 2007, en Aparecida, ciudad brasilera de unos 40.000 habitantes, que toma ese nombre por el encuentro, en una pesca, de una imagen de María, la Madre de Jesús, en 1717. Un grupo de pescadores andaba de pesca. Uno de ellos sacó del río una cerámica con el diseño de una mujer, pero sin cabeza. Volvió a tirar el anzuelo y sacó la cabeza. Concluyeron que era una imagen de María, la madre de Jesús de Nazaret. La ciudad de Aparecida, cerca de Sao Paulo, recibe unos siete millones de peregrinos, cada año. Su basílica es la segunda en tamaño, después de San Pedro de Roma.

Hay un consenso bastante amplio en los círculos eclesiásticos y eclesiales informados, que reconoce que en esa V Asamblea de Obispos, la Iglesia de este continente indígena, negro y mestizo, retomó la ruta teológica y pastoral que propuso la Segunda Conferencia reunida en Medellín, en 1968. La primera asamblea, la fundante, tuvo lugar en Brasil, en 1955, promovida por el gran obispo desde los pobres, don Helder Cámara, obispo de Recife.

El papa Pablo VI dio apertura a ese evento, en la catedral de Bogotá, en el mes de agosto de 1968. En 2018 se cumplirán los 50 años de ese acontecimiento. Los documentos de Medellín recogen lo mejor del Concilio Vaticano II, que había sido clausurado apenas 3 años antes (8 de diciembre de 1965), y lo mejor de la efervescencia popular y eclesial, que atravesaba el Continente y El Caribe. Esa Asamblea puso las bases de la Teología de la Liberación, así el término no se usara todavía. Allí estuvo presente la primera generación de teólogos claramente latinoamericanos y claramente liberacionistas.

Se puede sintetizar la Teología de Medellín en una frase fundamental: La Iglesia, toda, debe optar por los pobres, porque los pobres nos evangelizan. Juan XXIII sorprendió al mundo católico, hablando de la “Iglesia de los pobres”, al convocar el Concilio Vaticano II. La opción por los pobres nace de la observación y análisis de la situación de miseria y de extrema pobreza de las poblaciones de todos los países de América Latina, que además, eran poblaciones muy católicas.

Juan XXIII afirmó el 11 de septiembre de 1962, año de apertura del Concilio: “Para los países subdesarrollados la Iglesia se presenta como es y cómo quiere ser, como Iglesia de todos, en particular como la Iglesia de los Pobres”. Los cardenales Lercaro (Bolonia) y Gerlier (Paris), cardenales muy influyentes, levantaron varias veces su voz en el aula del Concilio, que fue la misma Basílica de San Pedro, para insistir en que “la Iglesia debe ser Iglesia de los Pobres”. El obispo Hammer de la ciudad belga de Tournai, proclamó: “Hay que reservar a los pobres el primer lugar en la Iglesia”. El Concilio Vaticano II tuvo cuatro sesiones, durante los otoños, de 1962 a 1965.

La Asamblea de Aparecida re-tomó el camino fundamental, porque en las dos siguientes asambleas con relación a la de Medellín, es decir, la Tercera en Puebla (México), en 1979, se fueron imponiendo tendencias contra-Medellín. En esta corriente contra, uno de los abanderados fue el obispo colombiano Alfonso López Trujillo. La asamblea de Puebla fue abierta por el recientemente elegido papa polaco, Juan Pablo II, quien llegó ya con un discurso poco favorable a la Teología de Medellín. La Cuarta asamblea tuvo lugar en Santo Domingo (República Dominicana), en 1992, año simbólico por la conmemoración de los quinientos años de la invasión española. Las derechas eclesiales y teológicas tuvieron nuevamente un enorme “protagonismo” para borrar “Medellín” y su Teología, y para oponerse a una lectura crítica del “encontronazo”, entre los pueblos indígenas y la ocupación española.

En ese “protagonismo” anti-Teología de Medellín, jugaron papel clave dos obispos colombianos, luego cardenales: Alfonso López Trujillo y Darío Castrillón. Les fue tan bien en ese “protagonismo”, que fueron llevados al Vaticano de Juan Pablo II. También fueron protagonistas de la involución obispos y teólogos de otros países: México, Brasil, Chile, Argentina… Y varios de ellos también fueron hechos cardenales y llevados al Vaticano.

El cardenal Bergoglio y la Asamblea Episcopal de “Aparecida”

Volviendo a “Aparecida”, se puede afirmar que las tres semanas de intercambios, debates intensos y sus desarrollos, fue el mejor curso de preparación, sin saberlo, del cardenal Jorge Mario Bergoglio, al Pontificado.

Era necesaria esta muy apretada síntesis, para decir que Francisco-Papa, como Cardenal Bergoglio y Arzobispo de Buenos Aires, jugó un papel importante en los debates en Aparecida y en la elaboración de su Informe Final. Fue el Coordinador del equipo de redacción, y las teclas de su computador recogieron lo mejor de los aportes. La V Asamblea Episcopal, en Aparecida, no tuvo las aplastantes presiones vaticanas, ni de las derechas político-teológicas de cada país, que, obvio, sí se expresaron. Hubo gran libertad de planteamientos y opiniones. Allá también estuvo Alfonso López Trujillo y sus seguidores. Pero su protagonismo ya caía en descenso. Falleció en 2008, en Roma.

El Vaticano de Benedicto XVI comenzaba a vivir sus propias contradicciones y escándalos, y “poco” tiempo quedaba a los monseñores vaticanos para ocuparse de otras cuestiones, así fuera del continente de las mayorías católicas. Esas mayorías se han ido desmoronando por el crecimiento vertiginoso de las nuevas iglesias, por todos los países, y de otras religiones.

En Europa Occidental, la Iglesia católica ya no tiene mayorías. Tampoco las iglesias protestantes. El crecimiento acelerado de la secularización, del ateísmo, del agnosticismo, de la indiferencia y el alejamiento silencioso, ha dejado despoblados muchos de los espacios antaño cristianos: católicos y protestantes. Una cifra: en España, el 48.5% de los jóvenes se proclaman ateos. El 28.5% de todas las edades, se dicen ateos.

En todos los países de esa vieja milenaria Europa cristiana, se cierran parroquias católicas y protestantes. Y, además, conventos. Templos, conventos y edificios de las iglesias, se venden para otros usos: hoteles, centros comerciales, casas de la cultura,… Hay una crisis total de aspirantes al sacerdocio diocesano y a la vida religiosa.

Congregaciones religiosas como jesuitas, dominicos, franciscanos, etc., que tenían tres o cuatro provincias en cada país, se han reducido a una. Muchas congregaciones femeninas han desaparecido. El promedio de edad, de sacerdotes y religiosas, está por los sesenta años.

En ese contexto es elegido el cardenal Bergoglio como pontífice.

Una pregunta de Perogrullo: ¿A qué viene Francisco-Papa?

Varias podrían ser las respuestas sobre el objetivo de la visita pastoral:

Como Pastor y Cabeza de la Iglesia Católica, quiere realizar una visita pastoral, para animar a sus hermanos y hermanas en la fe: a los pastores y a las ovejas.

Viene a apoyar el proceso de paz y la reconciliación entre las y los colombianos.

Se propone realizar un gesto fraterno muy particular, para ver si es posible colocar el episcopado y la dirigencia de la Iglesia, en Colombia, en su línea teológica y pastoral: una “iglesia de salida”, “una iglesia que vaya a las periferias”, una iglesia que opte realmente por los pobres y los sepa defender, una iglesia que hable claro, una iglesia que denuncie sin miedo ni rodeos las injusticias institucionalizadas, una iglesia menos autorreferencial, que no cante tanto sus glorias y se ponga mucho más en el surco…

Una visita también “política” puesto que va a ser recibido como Jefe del Estado de la ciudad del Vaticano.

Una oportunidad para llamar a la clase política, que en su mayoría se confiesa católica, a aplicar el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia. El Vaticano está preparando un coloquio con políticos católicos de América Latina, para el- mes de diciembre.

En ese contexto, ¿Tendrá palabras significativas contra la enorme corrupción de la clase política? Según el Espectador, del 5 de junio, “El 81% de los Colombianos no cree en la lucha contra la corrupción”. Según un Informe de la revista Semana, cada semana se roban un billón de pesos del presupuesto nacional.

Y también un mensaje contra la destrucción del Medio Ambiente, de la “Casa común”, de la madre naturaleza, de la Pacha Mama.

La visita de un papa a un país de mayorías católicas, sea cual sea, es la ocasión de hacer un balance en términos eclesiásticos, eclesiales, estatales y en términos socio-económicos de la población.

Francisco llega a Colombia, sabiendo a qué país viene y qué tipo de obispos y de clero tenemos. Posiblemente sabe que la institución eclesiástica se ha opuesto, históricamente, a los grandes cambios, políticos, económicos, sociales, teológicos y pastorales, centrada sobre sí misma. Las instituciones eclesiásticas de Colombia y Argentina son muy parecidas. Han sido eclesiásticas “autorreferenciales”, para utilizar una expresión muy propia de Bergoglio, expresión que llamó la atención a los cardenales durante el cónclave electoral.

La institución eclesiástica colombiana, ha sido una institución muy ligada a los centros del poder político y económico, por colaboración abierta y hasta partidista, hasta el siglo pasado. O por omisión, en los últimos 30 años, en que no ha tenido palabras proféticas claras y firmes, desde los hechos concretos, para denunciar la decadencia de la clase política y de las élites, ligadas al narcotráfico, al paramilitarismo, al enriquecimiento exprés, al robo y saqueo del erario público, a la corrupción desenfrenada, a la compra de votos para hacerse elegir…

No hay dudas. Las campañas electorales del Partido de la U, cuyo candidato fue Santos y del Centro Democrático, cuyo candidato impuesto por Uribe, fue Zuluaga, recibieron dineros corruptos de la empresa brasilera ODEBRECHT, empresa que compró políticos en varios países de América Latina.

El “monopolio” de la paz

Las declaraciones del presidente Santos, del Nuncio y del Cardenal de Bogotá, rápidamente monopolizaron el objetivo del viaje, lo redujeron y plantearon la siguiente ecuación: visita del Papa, igual, apoyo al proceso de paz y a la reconciliación. Con visita del Papa o sin visita del Papa, el proceso con las FARC, va.

Según la revista virtual, Religión Digital, del 11 de junio de 2017: “Los colombianos deben aprovechar la visita que efectuará en septiembre al país el papa Francisco para sembrar la semilla de la reconciliación y superar la polarización, indicó el presidente Juan Manuel Santos. “Que esta visita del Papa nos una a todos los colombianos, no solamente para reconciliarnos por cuenta de la guerra que sufrimos durante 53 años, sino para reconciliarnos en todo sentido y dejar esta polarización”, dijo Santos en la ceremonia de ascensos de la Policía Nacional”.

¿Pero podrá haber reconciliación sin justicia social?

Pero Presidente y eclesiásticos no han mencionado las otras guerras permanentes del Estado, de los políticos y de la clase económica, contra el pueblo. El mes que acaba de pasar, ha sido la demostración más contundente: Crisis en Tumaco, crisis en Buenaventura (un mes de paro cívico), crisis en Quibdó (tres semanas de paro cívico), paro de los maestros (37 días de paro, de marchas y de protestas), reclamos de los arroceros, cortas huelgas de trabajadores del Estado, reclamos de los transportadores… Tampoco las consultas populares contra la destrucción de la “Casa Común” y del medio ambiente…

La semana pasada se informó, que a pesar de las comisiones presidenciales especiales, enviadas a lo largo de dos años, en la Guajira la niñez sigue sin escuelas y sin alimentos. Todo porque el Estado no cumple. Santos le responde al magisterio público que no hay dinero, pero desde la Presidencia se malgastan dineros en la llamada “mermelada” y no se ha organizado un plan sustantivo presidencial contra la corrupción estatal. Según la Contraloría de la República, cada semana, funcionarios, políticos, parlamentarios y sus colaboradores, se roban un billón de pesos en la aplicación del presupuesto nacional.

En los últimos 15 años, bajo las presidencias de Uribe y Santos, como nunca en la vida del país, se impuso la corrupción: INTERBOLSA, ODEBRECHT, REFICAR, super robo de los NULE y los hermanos MORENO ROJAS, SALUDCOOP, BANCO AGRARIO, NAVELENA, CAFESALUD, venta de ISAGEN, ASOQUIMBO, ELECTRICARIBE, acueductos, hospitales y colegios sin construir por el robo de los presupuestos…

Sin olvidar las andanzas corruptas de empresas españolas en la Costa Norte del país, en alianza con políticos de la región. Un titular de prensa del 5 de junio: “Atraco millonario en Barranquilla. Si usted entra a Electricaribe o a Metroagua, se desmaya. Allí nos tumbaron millones” (El tiempo, 6 de junio). Al exejecutivo español, Edmundo Rodríguez, le encontraron 262.000 euros, el 7 de junio, en una caleta, en el aparatamento de su hija, en lujoso barrio de Barranquilla.

Los analistas siguen insistiendo en la fuerza de los narcotraficantes y en la existencia de los paramilitares y otras organizaciones criminales, con el apoyo de la clase política.

La Iglesia que visitará el Papa

No se han mencionado tampoco los temas fundamentales para la vida de la Iglesia, partiendo de la institución que NO ha estado a la altura de la enorme y grave crisis que vive el país.

Obvio, sería muy positivo que Francisco-Papa conociese con muchos detalles, los desarrollos nacionales, eclesiásticos y eclesiales, al menos durante los últimos años. Me temo que eso no se hará en términos analíticos y críticos, y mucho menos bajo un Nuncio, como Ettore Ballestrero, uno de los clérigos más ricos del Vaticano, que nos fue enviado por el Cardenal Tarsicio Bertone, último Secretario de Estado de Benedicto XVI, en buena parte responsable de la gran crisis vaticana vivida bajo ese pontificado. Esa crisis le sirvió a Bertone para desviar dineros del Hospital “Bambino Gesú”, propiedad del Vaticano, para modernizar su apartamento en el mismo Vaticano. Ese hecho fue amplia y largamente denunciado por los medios de comunicación de Italia. Bertone negó primero, y luego tuvo que aceptarlo públicamente. Presionado y acorralado por los medios de comunicación, tuvo que rembolsar una parte del dinero. Se quedó con otra. Ballestrero fue hombre de total confianza de Bertone, durante esa crisis. Colombia ha sido su primera nunciatura. Sorpresa causó su nombramiento exprés en medios vaticanos. Llegó a un país desconocido a estrenarse como nuncio y como obispo. Se puede suponer que ha habido “química” con la Conferencia Episcopal, porque bajo sus varios años de mandato (2013-2017), no ha habido ningún cambio significativo en la eclesiástica colombiana. Esta afirmación no implica desconocer el trabajo pastoral arduo y entregado, de algunos pocos obispos y parte de los sacerdotes de sus diócesis, en un real compromiso con los pobres.

Los nuncios juegan un papel definitivo, positivo o negativo, entre lo que pasa en el país y en la Iglesia donde ejercen y El Vaticano. Sus informes son muy tenidos en cuenta. Tienen mucho peso en la selección de sacerdotes para ser elevados al cargo de obispos. Por lo general, en todos los países, se colocan más del lado de los obispos conservadores y tradicionales, que de los obispos progresistas.

 

Algunas cifras del andamiaje católico. Cifras de la realidad eclesial

Fuentes: Departamento de Seminarios y Vocaciones y “Directorio 2016” de la Conferencia Episcopal de Colombia.

Número de Católicos en Colombia: 43.085.198 (Fuente Anuario Pontificio 2013)

Sacerdotes:

Diocesanos: aproximadamente 6.700

Religiosos: aproximadamente 3.200

Religiosas en todo el país: 17.000

Seminarios Mayores del clero diocesano: 57

Seminarios Mayores del clero religioso: 87. Cifra total de seminarios: 144. ¡Demasiados!!

Total seminaristas: 3.827

Seminaristas diocesanos: 2.710

Seminaristas religiosos: 1.117

Parroquias: 5.552

Jurisdicciones Eclesiásticas: 78

13 Arquidiócesis

53 Diócesis incluyendo el Obispado Castrense

11 Vicariatos Apostólicos

Y la Prelatura del Opus Dei

Las atienden 76 obispos entre titulares y auxiliares.

Ese conjunto conforman 13 Provincias Eclesiásticas.

Hay 49 obispos eméritos.

Existe la Conferencia Episcopal de Colombia, en la cual participan todos los obispos. Se reúnen dos veces al año, en la Asamblea Episcopal, en los meses de febrero y julio.

Tiene una Dirección (4 obispos), un Consejo Permanente (15 obispos) y un Consejo de Presidencia (5 obispos).

 

La Conferencia tiene para su funcionamiento el SPEC o Secretariado Permanente, cuyo organigrama consta de 40 dependencias, entre comisiones, departamentos, oficinas y comités.

Hay un Tribunal Eclesiástico Único de Apelación y 8 Tribunales Eclesiásticos Interdiocesanos.

La Conferencia tiene 5 representaciones ante organismos gubernamentales: la Capellanía en la Presidencia, en el Instituto de Bienestar Familiar (ICBF), ante Sistema Carcelario (INPEC), en el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje) y ante la Comisión Católica Internacional de Migraciones.

Hace parte de la Iglesia colombina, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos y

Religiosas (CRC)

Existen 60 organizaciones y/o movimientos laicales y un Consejo Nacional de Laicos.

47 Universidades católicas, teniendo en cuenta las sedes en departamentos o regiones.

Por ejemplo, la Universidad Santo Tomás tiene sedes en Bogotá, Bucaramanga, Villavicencio… La Javeriana, en Bogotá y Cali. Y casi todas tienen Educación a Distancia, en múltiples ciudades.

6.000 capillas y templos

El número de ordenaciones sacerdotales en las diferentes diócesis han tenido una leve disminución en los últimos tres años. En el año 2010 se ordenaron: 215 personas; en el 2011: 187 personas y en el 2012: 200 personas. De acuerdo a las estadísticas en la actualidad se cuenta en los seminarios diocesanos con 2.710 seminaristas.

Diaconado permanente: en 2013 habían sido ordenados 505 señores casados.

Aumentan las diócesis y las parroquias, crecen colegios y universidades católicas y más emisoras emiten sus ondas católicas, pero decrece el número de católicos. Pareciera que aquello de la Nueva Evangelización no ha funcionado.

Las cifras siguientes No son de la Conferencia Episcopal (1)

El 65% de la población se considera católica, en algún nivel. La práctica religiosa dominical, es bastante baja. ¿Entre 10 y 15?

35% de la población NO es católica

La Iglesia católica va perdiendo, día tras día, miles de fieles. Las estadísticas varían según los analistas, pero se podría afirmar que el 35% de la población ya no es católica.

 

Grande ha sido el crecimiento, desde los años ochenta, de las “iglesias cristianas” y se incrementó con la Constitución de 1991, que dejó plenamente establecida la libertad de conciencia, la libertad cultos y la libertad de organización.

Ante el crecimiento de tantas iglesias, religiones e instituciones religiosas, el Ministerio del Interior abrió una Oficina de Asuntos Religiosos. Esta Oficina tiene un registro de 2.878 entidades y organizaciones religiosas en el país.

El Ministerio del Interior, en consenso con los representantes de iglesias y religiones, estableció el 4 de julio de cada año, como el día de Libertad Religiosa, en Colombia.

Del 35% no-católico, la mayor cifra se la llevan las llamadas “iglesias cristianas”, que crecen de manera alarmante. Hay varias “grandes” iglesias fundadas por matrimonios colombianos. Tienen “sus vaticanos”, en Estado Unidos.

La población de las iglesias protestantes, en términos históricos, ha sido baja: presbiterianos, luteranos, anglicanos, episcopales, menonitas, evangélicos-carismáticos…Van creciendo adventistas, mormones…

CEDECOL, Confederación Evangélica de Colombia, nació el 25 de junio de 1950, conformada por 19 denominaciones o iglesias protestantes. Hoy agrupa a todas las iglesias protestantes y evangélicas, así como diferentes tipos de organizaciones, como ONGs, movimientos…

Las iglesias “cristianas” o de última generación, entre ellas las fundadas por matrimonios, como los Piraquive, los castellanos o los Silva, no hacen parte de CEDECOL. CEDECOL está hoy conformada por 260 entidades. En 1929 no existían sino 4 denominaciones. En 1939 ya eran 12 denominaciones.

Existe el Cabildo Interreligioso de Colombia, que agrupa a iglesias y religiones.

También van aumento los creyentes musulmanes. Hace pocos años fue abierta la Gran Mezquita de Bogotá… Hasta entonces sólo existía una sola mezquita en la Guajira, en la ciudad de Maicao.

Desde el siglo XIX existe una comunidad judía.

(1) Ministerio del Interior, diálogos con historiadores, Cedecol y Wikipedia.

Síguenos en Redes Sociales

Scroll al inicio