POR ALONSO YUPANQUI DE LA CHIRA /
Tensión entre continuidad y ruptura: Modernidad, desarrollo, civilización, humanismo y feminismos en el debate contemporáneo.
El pensamiento crítico latinoamericano del siglo XXI se configura como un campo de reflexión y acción comprometido con la comprensión y transformación de las realidades sociales, políticas y culturales de la región. En un mundo marcado por la aceleración del cambio global, América Latina se piensa y se debate a sí misma, buscando caminos alternativos frente a los legados históricos, las crisis recurrentes y los desafíos contemporáneos.
De ahí que es preciso proponer un recorrido analítico por los principales ejes temáticos y categorías que articulan el pensamiento crítico actual, con especial atención a la modernidad y sus variantes, el desarrollo, la civilización, el humanismo y los feminismos, para comprender cómo la región se proyecta y se reinventa en el escenario internacional.
América Latina atraviesa un momento histórico marcado por la tensión entre continuidad y ruptura. Los movimientos sociales, la emergencia de voces diversas y la reconfiguración de los Estados han impulsado un debate vibrante sobre el sentido de la modernidad, el desarrollo y la civilización. El pensamiento crítico latinoamericano se nutre del diálogo entre tradición y novedad, reconociendo la pluralidad de experiencias y la necesidad de repensar los modelos impuestos desde la colonialidad y la globalización.
Categorías para el debate
En este contexto, la región se posiciona como laboratorio de ideas y prácticas que desafían el orden mundial dominante, proponiendo alternativas desde la periferia y reivindicando la agencia de sus pueblos. En ese contexto es preciso abarcar las siguientes categorías:
Modernidad. Tradicionalmente asociada al progreso, la racionalidad y la universalidad, la modernidad en América Latina ha sido objeto de crítica por su carácter excluyente y eurocéntrico. Los pensadores latinoamericanos han cuestionado el mito de la modernidad como destino inevitable, subrayando sus límites y contradicciones en contextos de desigualdad y dependencia.
Modernidad-colonialidad. Esta categoría surge de la crítica a la relación intrínseca entre modernidad y colonialidad, evidenciando cómo el proyecto moderno se construyó sobre la base de la dominación y la negación de saberes y culturas no europeas. La modernidad-colonialidad pone en el centro la necesidad de descolonizar el pensamiento y las instituciones.
Modernidad alternativa. Frente a la modernidad hegemónica, la región explora caminos alternativos que buscan la inclusión, la diversidad y la justicia social, reconociendo la riqueza de sus tradiciones indígenas, afrodescendientes y populares.
Transmodernidad. Propuesta por el filósofo Enrique Dussel, la transmodernidad plantea una superación de la modernidad eurocéntrica mediante el diálogo intercultural y la apertura a otras formas de vida y pensamiento. Es una invitación a construir un mundo plural desde el reconocimiento de la diferencia y la dignidad de todos los pueblos.
Humanismo crítico. El humanismo latinoamericano del siglo XXI se distancia de las versiones idealistas y etnocéntricas, proponiendo una visión crítica que reconoce la centralidad de los sujetos históricos y las luchas por la emancipación. Este humanismo se expresa en la defensa de los derechos humanos, la justicia social y la dignidad.
Desarrollo. El desarrollo ha sido una categoría clave en el pensamiento latinoamericano, pero su sentido ha variado según los contextos. De la visión desarrollista de mediados del siglo XX se ha pasado a una crítica de sus límites y efectos negativos, especialmente en términos de dependencia y exclusión.
Neodesarrollismo. En las últimas décadas, el neodesarrollismo ha buscado conciliar crecimiento económico con inclusión social, aunque sin cuestionar de fondo las lógicas extractivistas y productivistas.
Pos/alterdesarrollo. Las propuestas posdesarrollistas y alterdesarrollistas rechazan la idea de desarrollo como modelo único y universal, reivindicando alternativas basadas en la sostenibilidad, el buen vivir y el respeto a la diversidad cultural y ecológica.
Civilización. Tradicionalmente entendida como sinónimo de progreso y orden, la civilización ha sido problematizada en América Latina por su uso excluyente y su asociación con la negación de lo indígena y lo popular.
Civilización negada. Esta categoría denuncia la marginación y el silenciamiento de las culturas y formas de vida consideradas “inferiores” por el canon occidental.
Civilización emergente. Frente a la negación, surgen civilizaciones emergentes que reivindican sus propias formas de organización, valores y cosmovisiones.
Ethos. El ethos latinoamericano se expresa en la búsqueda de sentido colectivo, la solidaridad y la resistencia frente a la adversidad.
Pluricivilización. La idea de pluricivilización reconoce la coexistencia y el diálogo entre múltiples civilizaciones, abriendo paso a un horizonte de convivencia y respeto mutuo.
Feminismo. Los feminismos latinoamericanos han adquirido un papel central en el pensamiento crítico contemporáneo. Más allá de la lucha por la igualdad formal, los feminismos de la región cuestionan las estructuras de poder patriarcales, coloniales y capitalistas, proponiendo nuevas formas de organización social y política. El feminismo comunitario, el feminismo indígena y el feminismo negro enriquecen el debate, aportando perspectivas que articulan género, etnia, clase y territorio. En este sentido, los feminismos latinoamericanos no solo exigen derechos, sino que transforman la manera en que se piensa la justicia, la democracia y el desarrollo.
Complejidad de desafíos
El pensamiento crítico latinoamericano del siglo XXI es un campo en constante movimiento, atravesado por la pluralidad de voces, la complejidad de los desafíos y la creatividad de las respuestas.
Al abordar las categorías de modernidad, desarrollo, civilización, humanismo y feminismos, América Latina se piensa y se proyecta como sujeto colectivo capaz de dialogar con el mundo y de proponer alternativas ante la crisis global. Este dinamismo es, sin duda, una de sus mayores riquezas, y un llamado a seguir profundizando en el debate y la acción transformadora.
Histórico referente bibliográfico como insumo para el debate
Una mirada crítica a la historia latinoamericana a través de la obra de Eduardo Galeano como referente del pensamiento crítico.
Publicada en 1971, ‘Las venas abiertas de América Latina’ es una obra fundamental del escritor uruguayo Eduardo Galeano (1940-2015). Este libro se ha consolidado como uno de los textos más influyentes para comprender la historia de América Latina desde una perspectiva crítica, abordando las raíces del subdesarrollo, la explotación sistemática de sus recursos naturales y la dependencia frente a potencias extranjeras. Galeano, periodista y ensayista, se caracterizó por su estilo literario comprometido y su capacidad para entrelazar análisis históricos con narrativas humanas, proporcionando una visión profunda y reveladora del devenir latinoamericano.
‘Las venas abiertas de América Latina’ es un libro que se estructura en dos grandes partes: “La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra” y “El desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes”. A lo largo de sus páginas, Galeano expone cómo la riqueza natural del continente ha sido, paradójicamente, fuente de sufrimiento y pobreza para sus habitantes. El texto se apoya en una amplia documentación histórica y económica, pero se distingue por su narrativa apasionada y por el uso de ejemplos concretos que ilustran la compleja relación entre América Latina y las potencias coloniales y neocoloniales.
Los temas principales que aborda la obra incluyen la explotación de los recursos naturales (oro, plata, caucho, café, petróleo), el saqueo sistemático desde la colonización, el surgimiento de economías dependientes y las consecuencias sociales y políticas de este proceso. Galeano combina el análisis estructural con anécdotas y testimonios, logrando un relato accesible y a la vez riguroso, dirigido tanto a lectores especializados como al público general.
Desde la llegada de los conquistadores europeos, América Latina ha sido vista como un vasto reservorio de riquezas naturales. Galeano narra cómo la extracción de metales preciosos en el Virreinato del Perú, el monocultivo impuesto en las plantaciones brasileñas o la explotación del caucho amazónico generaron fortunas en Europa y Estados Unidos, mientras las poblaciones locales sufrían despojo, esclavitud y marginación. El autor hace énfasis en que la abundancia de recursos no se tradujo en bienestar para los pueblos originarios ni para las nuevas sociedades, sino en dependencia económica y atraso estructural.
La obra describe detalladamente cómo la lógica del saqueo se perpetuó a través de mecanismos modernos, como las inversiones extranjeras, el control sobre mercados internacionales y la deuda externa.
De acuerdo con la teoría de la dependencia, Galeano sostiene que el subdesarrollo latinoamericano no es una etapa previa al desarrollo, sino el resultado directo de su inserción desigual en la economía global, donde la región ocupa el papel de proveedora de materias primas y receptora de manufacturas y capitales extranjeros.
El libro de Galeano trasciende el análisis económico e histórico para convertirse en una llamada a la toma de conciencia social. Su narrativa ha contribuido a forjar una identidad latinoamericana crítica, en la que la memoria de la opresión y el saqueo alimenta la búsqueda de justicia y dignidad. Al exponer los mecanismos de dominación y dependencia, la obra invita a los lectores a cuestionar los relatos tradicionales sobre el progreso y a reconocer el papel de las élites locales en la reproducción de la desigualdad.
‘Las venas abiertas de América Latina’ se ha convertido en un texto de referencia para movimientos sociales, educadores y activistas, inspirando debates sobre la soberanía, la autodeterminación y la revalorización de las culturas originarias. Su impacto sociológico radica en su capacidad para articular un discurso de resistencia y esperanza, que interpela tanto a las nuevas generaciones como a quienes buscan comprender las raíces de los conflictos y desafíos actuales del continente.
La influencia política del libro ha sido vasta y profunda. Desde su publicación, ha sido leído y discutido por líderes políticos, intelectuales y militantes de izquierda, convirtiéndose en una guía para la interpretación de la realidad latinoamericana y la formulación de proyectos emancipadores. Galeano denuncia el intervencionismo de Estados Unidos y Europa, mostrando cómo las potencias extranjeras han intervenido —mediante golpes de Estado, bloqueos económicos y apoyo a dictaduras— para asegurar sus intereses en la región.
La obra ha sido censurada y prohibida en diversos contextos, lo que evidencia su poder subversivo y su capacidad para incomodar a los sectores dominantes. Su solidez investigativa y su tono de denuncia adopta una postura claramente comprometida, lo que ha generado intensos debates académicos y políticos. Más allá de las controversias, este sugerente libro sigue siendo un referente insoslayable para comprender y transformar la realidad política del continente.
A pesar del duro diagnóstico sobre la historia latinoamericana, Galeano concluye su obra con un mensaje de esperanza y resistencia. El autor reivindica la capacidad de los pueblos para organizarse, luchar y construir alternativas frente a la opresión. La memoria colectiva, la solidaridad y la dignidad son presentadas como herramientas fundamentales para enfrentar la explotación y la dependencia.
El libro invita a reflexionar sobre el papel de la resistencia popular, la importancia de la educación y la necesidad de repensar los modelos de desarrollo. La esperanza, según Galeano, reside en la posibilidad de que los pueblos latinoamericanos recuperen el control sobre sus recursos y su destino, rompiendo las cadenas de la dependencia y la dominación.
Este clásico del análisis histórico y sociopolítico latinoamericano mantiene su vigencia más de cinco décadas después de su publicación. En un contexto mundial donde persisten las desigualdades, la explotación de recursos y el intervencionismo, la obra ofrece claves fundamentales para comprender la situación actual de América Latina y sus desafíos.
Su enfoque crítico, su profundidad analítica y su llamado a la resistencia y la esperanza hacen de esta obra una lectura imprescindible para profundizar en la historia, la sociedad y la política del continente.
Acceso al libro
Para acceder al libro clásico de Eduardo Galeano, ingresar al siguiente enlace:
