noviembre 13, 2025 8:55 am
Lo que muestran los indicadores económicos de Colombia: más de tres años de crecimiento económico y dinamismo productivo

Lo que muestran los indicadores económicos de Colombia: más de tres años de crecimiento económico y dinamismo productivo

TSC /

Colombia ha alcanzado en septiembre de 2025 una cifra histórica en el mercado laboral: la tasa de desempleo se ubicó en 8,2 %, la más baja desde 2001, según datos oficiales del DANE. Este descenso se acompañó de un incremento de 714.000 personas ocupadas, marcando un hito relevante en la dinámica económica nacional. El fenómeno ocurre en medio de una coyuntura marcada por cambios en la política económica bajo el Gobierno de Gustavo Petro y un debate activo en la Junta Directiva del Banco de la República sobre la dirección de la tasa de interés.

La disminución del desempleo a niveles históricamente constituye una clara señal de dinamismo económico. El aumento de la población ocupada implica una mayor utilización de la capacidad productiva nacional, lo que se traduce en un impulso al crecimiento del PIB. Sectores como la industria, el comercio y los servicios han mostrado señales de recuperación, potenciando la inversión y la generación de valor agregado.

La mejora en los indicadores laborales refuerza la confianza de inversionistas nacionales y extranjeros. Un mercado laboral robusto suele reducir los riesgos percibidos por las empresas, incentivando la apertura de nuevos negocios y la ampliación de operaciones existentes. Esta tendencia deriva en una mayor diversificación productiva y en el fortalecimiento de cadenas de valor locales.

El incremento del empleo genera efectos mixtos sobre la inflación. Por un lado, el mayor ingreso disponible impulsa el consumo, solidificando el mercado interno. Por otro, la expansión de la oferta productiva contribuye a estabilizar los precios. El reto para las autoridades monetarias es mantener el equilibrio entre el dinamismo laboral y el control de la inflación, especialmente en un contexto de recuperación económica y transición política.

La reducción del desempleo repercute directamente en el bienestar de los hogares colombianos. Un mayor número de personas ocupadas significa un incremento en el ingreso familiar promedio, lo que permite afrontar gastos básicos, acceder a educación, salud y mejorar la calidad de vida. Las familias con nuevos empleos experimentan una reducción de la vulnerabilidad económica y mayor capacidad de ahorro.

El aumento de la ocupación se traduce en un mayor poder adquisitivo, lo que dinamiza el consumo interno. Comercios, restaurantes y servicios experimentan un repunte en la demanda, generando un círculo virtuoso de actividad económica. Esta tendencia contribuye a la recuperación de pequeñas y medianas empresas, fundamentales para el tejido productivo nacional.

El empleo no solo implica ingresos, sino también acceso a seguridad social y oportunidades de desarrollo personal. La reducción del desempleo fortalece la cohesión social, disminuye la informalidad y reduce la desigualdad, aspectos claves para una sociedad estable que busca avanzar en equidad social.

Desde hace tres años y medio el Gobierno de Gustavo Petro ha enfatizado la necesidad de equilibrar el crecimiento económico con la inclusión social. Entre sus estrategias se destacan los programas de estímulo a la producción nacional, el fortalecimiento de la economía popular y el impulso a sectores intensivos en mano de obra. La administración resalta que la reducción del desempleo es resultado de políticas orientadas a ampliar el acceso a oportunidades laborales, promover la formalización y proteger el poder adquisitivo de los trabajadores. Petro sostiene que el equilibrio económico debe basarse en la generación de empleo digno y en la redistribución de los beneficios del crecimiento.

La Junta Directiva del Banco de la República enfrenta el desafío de ajustar la política monetaria en un contexto de menor desempleo y mayor demanda interna. El debate se centra en el nivel óptimo de la tasa de interés: mientras algunos miembros abogan por mantenerla elevada para controlar la inflación, otros sugieren una reducción gradual para estimular aún más la inversión y el consumo. La decisión sobre la tasa de interés influye directamente en el costo del crédito, la inversión empresarial y el ritmo de expansión económica.

La directiva del Banco ha reiterado la necesidad de cautela, buscando evitar presiones inflacionarias sin frenar el impulso positivo del mercado laboral.

La reducción histórica del desempleo en Colombia representa una oportunidad para consolidar el crecimiento económico y mejorar el bienestar social. Sin embargo, persisten desafíos como la sostenibilidad de la recuperación, la formalización laboral y el control de la inflación.

El equilibrio entre las políticas del Gobierno y las decisiones del Banco de la República será crucial para mantener la estabilidad y aprovechar los beneficios de un mercado laboral más dinámico. El reto es transformar el avance coyuntural en una tendencia estructural, capaz de enfrentar las incertidumbres globales y fortalecer el desarrollo nacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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