noviembre 13, 2025 10:25 am
La guerra como motor del capitalismo

La guerra como motor del capitalismo

RAFICANTES DE SUEÑOS /

A lo largo de la historia, la guerra ha desempeñado un papel determinante en el desarrollo y sostenimiento del sistema capitalista. En este contexto, los conflictos bélicos no solo responden a intereses políticos o territoriales, sino que también cumplen una función clave en la expansión de mercados, la circulación de capital y la aceleración de la innovación tecnológica.

Las guerras constituyen un importante lubricante para el capitalismo pues estimulan la producción industrial, generan demanda de bienes y servicios, y propician la creación de nuevas industrias relacionadas con la defensa y la reconstrucción de los países que quedan en las ruinas a consecuencia de los conflictos bélicos. Además, el capitalismo se nutre de la competencia y la búsqueda de recursos, elementos que pueden derivar en enfrentamientos armados para asegurar el acceso a materias primas y zonas estratégicas. Así, la guerra se convierte en una herramienta que dinamiza la economía, redistribuye poder y facilita la transformación social bajo los intereses del capital.

Desde la acumulación originaria y el cercamiento de las tierras comunales, desde la quema de brujas y el genocidio de los pueblos amerindios, hasta las políticas de ajuste estructural y el despótico gobierno de la deuda, el capitalismo se muestra tanto como un modo de producción que como un modo de destrucción.

La historia del capitalismo aparece así como con un continuo bélico. Pero no de una serie de guerras en particular (al modo de las que aparecen en los manuales de historia), ni tampoco de la guerra como ausencia de paz, sino de una guerra civil, múltiple y constante: guerra de clases, de razas, de sexos y de subjetividades. Guerra también civilizatoria y colonial, que escinde y funda el orden interno y externo de las sociedades. Entender de este modo la guerra como una multiplicación de divisiones permite captar tanto la forma concreta en que opera el capital como los procesos de resistencia y transformación social.

‘Guerras y capital: una contrahistoria’, publicado en 2021 por las editoriales Traficantes de Sueños, Tinta Limón y La Cebra, es un sugerente libro que desafía las narrativas tradicionales sobre la relación entre el conflicto bélico y el capitalismo. Escrito por el filósofo francés Éric Alliez y el sociólogo italiano Maurizio Lazzarato, el texto propone una genealogía alternativa que revela la imbricación profunda entre la lógica de la guerra y la expansión del capital, desde los orígenes históricos hasta el presente.

Alliez y Lazzarato parten de una premisa radical: la guerra no es una anomalía dentro del sistema capitalista, sino su condición estructural y su motor perpetuo. La obra se estructura como una contrahistoria, es decir, una lectura crítica que va en contra de los relatos oficiales que suelen separar la economía de la violencia organizada. Los autores exploran cómo la guerra y el capital se retroalimentan, desde la acumulación originaria, pasando por el colonialismo, hasta las formas contemporáneas de conflicto y control.

El texto se apoya en una amplia tradición filosófica y sociológica, dialogando con pensadores como Karl Marx, Michel Foucault, Gilles Deleuze y Félix Guattari. Argumenta que el aparato bélico no es simplemente una herramienta al servicio del capital, sino que configura el espacio político y económico en el que este se despliega. Así, la guerra aparece como el laboratorio donde se experimentan y perfeccionan las técnicas de dominación, gestión y explotación que luego son aplicadas en el ámbito civil.

Desde una perspectiva política, el trabajo bibliográfico interpela de manera directa a las formas en que el poder se articula y reproduce en las sociedades modernas. Los autores muestran que el capitalismo, lejos de ser una fuerza pacificadora, se nutre de la violencia, la destrucción y el antagonismo. La guerra, en este sentido, no es solo un evento externo o excepcional, sino la matriz sobre la que se construye la economía política contemporánea.

Esta tesis tiene profundas implicaciones para el análisis de las políticas actuales, especialmente en un contexto global marcado por conflictos armados, militarización de fronteras y nuevas formas de guerra híbrida y tecnológica. Alliez y Lazzarato evidencian cómo las estrategias de guerra se han infiltrado en todos los aspectos de la vida social, desde la gestión de crisis hasta el control de poblaciones y la administración de recursos.

El libro también invita a repensar las posibilidades de resistencia y transformación. Si la guerra es el motor del capital, entonces la lucha política debe ir más allá de la mera oposición económica y abordar las formas de violencia estructural que sostienen el sistema. Los autores plantean la necesidad de una crítica radical que confronte tanto la lógica bélica como la lógica capitalista, entendiendo que ambas están profundamente entrelazadas.

Los autores ofrecen una mirada lúcida y provocadora, que obliga a cuestionar las certezas establecidas y a explorar nuevas formas de pensamiento y acción política. Su análisis revela la anatomía de un sistema donde la violencia es constitutiva, y donde la guerra continúa siendo el motor oculto de la acumulación y expansión capitalista.

En definitiva, esta obra nos desafía a imaginar alternativas que rompan el círculo vicioso entre conflicto y capital, abriendo caminos hacia una política emancipadora que reconozca y enfrente las raíces bélicas del orden económico global.

Acceso al libro

Para acceder al libro en archivo PDF, ingresar al siguiente enlace:

Guerras y capital: una contrahistoria

 

 

 

 

 

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