¿QUEQUÉ? /
Se define políticamente como “progresista” y sostiene que está de acuerdo con la premisa según la cual “el capitalismo es destructor”, pero se resiste a quedarse en la crítica. “¿Cómo lo resolvemos? Hay que encontrar soluciones”, sostiene la economista ítalo-estadounidense Mariana Mazzucato, a quien perfectamente se la puede encuadrar como neokeynesiana, en el sentido de que es una convencida del rol determinante que cumple el Estado en el manejo y regulación de la sociedad.
En los últimos años ha tenido una figuración destacada tanto en el ámbito académico como político por sus investigaciones que apuntan, tras décadas de imposición mundial del modelo neoliberal, a que el Estado debe recobrar su protagonismo desde un punto de vista innovador y promotor de desarrollo socioeconómico.
Nacida en Roma (1968) realizó sus estudios de Economía en Princeton University de Nueva Jersey, luego en 1990 obtuvo una licenciatura en Historia y Relaciones Internacionales de Tufts University (en Boston). Posteriormente, hizo un Máster en Economía en la New School for Social Research de Nueva York en 1994, doctorándose en esta misma institución en 1999.
Es profesora y directora del Instituto para Innovación y Propósito Público en University College London (UCL) y catedrática en la inglesa Universidad de Sussex.
Cambiar la narrativa clásica de la economía
Durante la última semana de enero la profesora Mazzucato cumplió una estrecha agenda en Colombia, reuniéndose con el presidente Gustavo Petro y altos funcionarios del Gobierno nacional, así como asistiendo a encuentros académicos tanto en Cartagena como en Bogotá.
En la capital colombiana fue invitada a dar una conferencia magistral en el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional el pasado miércoles 31 de enero que tituló: “Catalizando y dando una dirección al crecimiento económico sostenible e inclusivo”.
Al iniciar su disertación insistió en que es preciso “cambiar la narrativa clásica” de la Economía convencional, “por una donde se aprenda de lo que se ha hecho mal y se tenga un ‘Estado emprendedor’, que cree valor con todas sus partes”.
En desarrollo de esta visión, Mazzucato dijo que “hay que enfocarse en el bien común de la sociedad y en las misiones orientadas a un crecimiento económico sostenible en Colombia, pues se tienen estrategias muy importantes como el Plan Nacional de Desarrollo alrededor del agua, la justicia social, la soberanía alimentaria y la acción contra el cambio climático”.
Se refirió en concreto a la relación público-privado en un país como Colombia y planteó la necesidad de transformar sus agendas repensando el diseño de las políticas públicas, las cuales deben orientarse, explicó, a compartir entre los dos sectores el riesgo compartido.
“La clave está en que sectores público y privado compartan el riesgo que se asume durante las inversiones, sin desconocer la importancia de ninguno”, dijo.
Ese rediseño de la agenda en materia de políticas públicas “debe poner en el centro lo popular y comunitario, con capacidades dinámicas de liderazgo y un nuevo contrato social, en el que la sociedad civil pueda tener la voz para trabajar con lo privado en un ejercicio de co-creación y participación”, indicó la economista.
Por ello recabó en la necesidad de una “teoría del bien común” que vaya más allá de la tradicional teoría de lo público.
No se trata de romantizar el Estado sino de mostrar la importancia de la cooperación entre los diversos actores y la creación de ecosistemas. Y, por la parte del Estado y del Gobierno, ser capaces de pensar mecanismos para que el riesgo que el Estado corre financiando ciertas investigaciones –gastos que lleva a cabo la sociedad, al fin y al cabo– tenga también su recompensa. En un período de reducción de presupuestos y recursos de los Estados, pensar el Estado como emprendedor, puede proporcionar ideas innovadoras, señaló Mazzucato.
Al plantear la necesidad de que el Estado recupere la iniciativa en la política económica, impulsando proyectos para solucionar problemas concretos, la catedrática universitaria precisó que “hay que mejorar las condiciones de producción de conocimiento, con la inversión en instituciones que creen vínculos más estables entre ciencia e industria, en temas urgentes como el cambio climático”.
El mayor error en las políticas de innovación es definirlas como aquello “que ocurre cuando el Estado se quita de en medio”. Es justo lo contrario: todos los avances revolucionarios –internet, biotecnología, nanotecnología, las energías verdes- fueron financiados por el sector público.
Importancia de las misiones
Para Mazzucato una metodología que ha demostrado resultados efectivos es el trabajo enfocado en misiones. “Por eso escribí ‘Misión economía: Una guía para cambiar el capitalismo’. Es preguntar por qué sabemos hacer las guerras como misiones, volcando todos los recursos públicos y privados en una meta, pero no lo hacemos con los problemas sociales. Lograr la vacunación mundial en una pandemia requiere un tipo de colaboración diferente a la usual, una alianza público-privada para solucionar un problema. Para eso se necesita un Estado que trabaje entre sectores, con diferentes Ministerios, como puede hacer el Departamento de Planeación Nacional en Colombia. Para resolver los problemas de salud no basta el Ministerio de Salud. Nuestros grandes desafíos son el clima, la salud, la biodiversidad, la exclusión. Se trata de crear cosas nuevas, innovar. Sin confundir el precio por el valor de las cosas, hay que redefinir lo que tiene valor para crearlo y poderlo redistribuir”.
Un ejemplo que refirió fue el de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), que al darse cuenta de lo necesario que es el sector privado, decidió trabajar con él para generar investigación y desarrollo dinamizando la industria en múltiples campos, desde el alimentario y de nutrición, hasta la prueba de nuevos materiales y el diseño de softwares más rápidos y avanzados, innovaciones que con sola la participación del Estado, no hubieran tenido la misma fortaleza e impacto.
En ese sentido, afirmó, “es necesario cambiar el enfoque de políticas industriales en donde se tienen sectores distintos, y en cambio, trabajar por retos en común y sin distinguir entidades como los Ministerios, que deberían consolidar planes de acción conjuntos”.
También señaló que algo indispensable es cambiar la perspectiva de que hay que arreglar al mercado. En su opinión, “se debería manejar un discurso orientado hacia la transformación del mercado, pues no se trata de poner ‘curitas’ o parches que resuelvan momentáneamente algo que a largo plazo va a perdurar y a deteriorar más la economía”.
Igualmente, hizo un diagnóstico de las asociaciones necesarias para fortalecer la economía, para que esta surja y aporte a sectores como salud, educación, sostenibilidad ambiental y a las necesidades socioeconómicas de los ciudadanos.
Luego de la conferencia dictada por la economista ítalo-estadounidense se realizó un conversatorio en torno a la asesoría que ha venido realizando con instituciones como la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Planeación Nacional y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Participaron la viceministra técnica del Ministerio de Hacienda, María Fernanda Valdés Valencia y el director de la SAE, Daniel Rojas Medellín, bajo la moderadora de la decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, Juanita Villaveces.