diciembre 3, 2024 3:25 am
“Para implementar posconflicto en Colombia hay que hacer una auditoría ciudadana de la deuda externa”

“Para implementar posconflicto en Colombia hay que hacer una auditoría ciudadana de la deuda externa”

Por Juan Miguel Hernández Bonilla / El Espectador

Asegura Eric Toussaint, uno de los responsables del exitoso proceso de reducción de la deuda externa de Ecuador, al referirse a la posibilidad que tiene Colombia para declarar ilegítima e ilegal una parte de la deuda.

Este belga, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Lieja, en Bélgica, y de la Universidad de París VIII, es el portavoz internacional del Comité por la Abolición de las Deudas Ilegítimas, una red ciudadana presente en más de 30 países del mundo. Toussaint fue el hombre clave en la auditoría integral de crédito público de Ecuador, convocada en 2007 por Rafael Correa, que desembocó en la suspensión unilateral del pago de la deuda externa y en la posterior recompra de los bonos al 30 % de su valor total. Una jugada maestra que representó un ahorro cercano a US$7.000 millones, multiplicó la inversión en educación, salud e infraestructura y se convirtió en un referente para muchos países del mundo. Durante su estadía en Colombia, Toussaint habló con El Espectador sobre la socialización de los bancos y la posibilidad de hacer una auditoría ciudadana de la deuda externa en nuestro país.

Usted ha escrito muchos libros sobre las crisis del sistema financiero, ¿cuál es su postura sobre los bancos?

En el sistema actual hay un oligopolio de un número muy limitado de bancos que controlan todo el mercado financiero y actúan en beneficio de una pequeña minoría privilegiada, por eso estoy en favor de transferir el ahorro y los créditos de los ciudadanos hacia el sector público, estoy a favor de socializar la banca.

¿Hay algún país donde su propuesta se esté aplicando?

Francamente no, en este momento no hay ningún gobierno que tome medidas para controlar las ganancias de los bancos. No hay ningún gobierno que aplique políticas de disciplina fuerte y mucho menos alguno que contemple la socialización. Al contrario, si uno mira en perspectiva, en muchos casos el estado ha nacionalizado muchos bancos en crisis para rescatar a los accionistas privados.

¿Cuáles son las consecuencias que trae este rescate para la sociedad civil?

Uno de los efectos inmediatos es el aumento de la deuda externa. Para salvar los bancos en crisis, los gobiernos socializan las pérdidas y transforman deudas privadas en deudas públicas. En España, por ejemplo, antes de la crisis, el endeudamiento público era del 36 % del PIB; hoy en día, después del rescate de los bancos, la deuda alcanza el 100 % del PIB.

¿Cómo fue la experiencia que usted lideró en Ecuador para hacer la auditoría ciudadana y reducir la deuda?

Cuando Rafael Correa era ministro de finanzas, logró convencer al gobierno de adoptar un decreto diciendo que el suplemento de ingreso fiscal fruto del aumento de los precios de los hidrocarburos tenía que destinarse al gasto social y no a pago de la deuda. En ese momento, el banco mundial suspendió el desembolso de créditos y presionó al presidente de Ecuador para derogar el decreto. Correa renunció a su cargo y un año después ganó las elecciones. Ya en el poder, expulsó al presidente del Banco Mundial en Ecuador e instituyó una comisión de auditoría integral de la deuda. Yo hice parte de esa comisión

¿Cuál fue la labor de la auditoría?

Nuestro propósito era auditar las deudas de Ecuador entre 1976 y 2006. Trabajamos 14 meses y al final hicimos un informe que demostraba, teniendo en cuenta la jurisprudencia internacional, que una gran parte de la deuda de Ecuador era ilegal e ilegítima. Con nuestro diagnóstico, el gobierno decidió suspender de manera unilateral el pago de los bonos.

¿Qué pasó después?

Seis meses después de la suspensión del pago, en abril de 2008, Ecuador propuso una recompra de los bonos a 30 % de su valor y en junio de 2009 había comprado el 91 % del total. Ese tramo de deuda era de US$3.000 millones, la recompra costó US$800 y además se ahorraron todos los tttintereses que habrían tenido que pagar hasta 2030. El ahorro total fue cercano a los US$7.000 millones y el gobierno pudo aumentar los gastos fiscales y la inversión social en educación, salud, empleo, infraestructura.

Hoy en día, la deuda externa de Colombia es de US$121.000 millones de dolares, equivalentes al 39 % del PIB. ¿Qué se puede hacer para reducirla?

Hay que hacer una auditoría ciudadana de la deuda externa para examinar en qué condiciones se endeudó, cuál fue el efecto producido por la guerra interna, cuál es el impacto de los regalos fiscales a sectores privilegiados, cómo se hicieron las inversiones públicas, etc. Hay que auditar la deuda con una visión integral para identificar qué tramos son ilegales e ilegítimos.

¿Se ha avanzado en algo?

La semana pasada tuvimos una audiencia pública con la Contraloría General de la República, algunos congresistas y distintos sectores de la ciudadanía. Sin embargo, lo más importante es que la gente del común se empodere y exija la reevaluación de la deuda.

Si esto sucediera, ¿qué podría pasar?

Si la deuda ha sido declarada ilegítima o ilegal, no hay obligación de seguir pagándola.

¿Qué otros países además de Ecuador han logrado algo similar?

En los dos últimos siglos de historia del capitalismo ha habido varios países que ganaron esa batalla. En la primera mitad del siglo XIX, Estados Unidos hizo tres repudios de deuda, en el litigio entre Estados Unidos y España, en relación con Cuba, Estados Unidos volvió a repudiar la deuda. En 1923 Costa Rica logró un arbitraje que le dio la razón y dejó de pagar. México logró un acuerdo con los acreedores en 1940 con una anulación del 90 % de la deuda. Brasil suspendió el pago del 70 % de la deuda en 1943. Irak en 2004 también anuló su deuda. Todos estos países demostraron que sus deudas eran ilegales e ilegítimas.

¿El momento histórico que vive Colombia es un buen escenario para hacer esta auditoría?

Sí, si se confirma el fin de la guerra, el país entrará en una fase de profundas reformas y no habrá posibilidad de ejecutarlas si no se redistribuye el presupuesto y se deja de pagar tanto porcentaje del PIB en deuda externa. Para poder hacer eso, la mejor alternativa es hacer una auditoría ciudadana.

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