Por Octavio Quintero
Los reflectores del mundo están puestos sobre el Acuerdo de Paris, gracias al presidente Donald Trump. Hoy, millones de personas que no tenían ni idea de qué trataba el Acuerdo de París, tienen la noción sintética de que se trata del esfuerzo concertado de todos los países del mundo para salvar al mundo.
Bueno, no todos, y esa es la gran noticia: el presidente de los Estados Unidos, la nación más poderosa del mundo, anuncia que se retira del acuerdo suscrito en el 2015 en un esplendoroso acto que tuvo por epicentro el mítico Arco del Triunfo con un luminoso y gigante letrero que anunciaba: Acord DeParis c’est fait!: El Acuerdo de París, es un hecho.
Más adelante, el enlace que aparece al final de este introito, nos ilustrará más técnicamente de qué trata el Acuerdo y cuáles serían las consecuencias inmediatas del retiro de Estados Unidos. De momento, la fría declaración de Trump nos dice a todos por qué se retira:
La salida del convenio mundial fue simple: “Es mi deber proteger a este país, por lo que los Estados Unidos se retira del Acuerdo Climático de París… para buscar un nuevo acuerdo que beneficie a los trabajadores”, dijo. “El acuerdo afecta a la economía americana… ellos no ponen América primero, yo lo hago y siempre lo haré”.
La notificación gringa es tajante: Trump va a emprender unas nuevas negociaciones dentro del Acuerdo de Paris (o por fuera) en busca de un plan B que ponga en el centro los intereses de Estados Unidos. La respuesta que le dio el recién electo presidente de Francia, Emmanuel Macron, también es tajante:
Quiero decir a Estados Unidos que Francia cree en vosotros y el mundo también. Sois una gran nación, pero no os equivoquéis: en el clima no hay ‘plan b’ porque no hay un ‘planeta b”, añadió.
¿Quién tiene la culpa?
Los ambientalistas en Colombia parecen concertados a hacer recaer la responsabilidad de contener el crecimiento del cambio climático en cada uno de nosotros. Eso no es tan cierto. Salvar al mundo del calentamiento global, es una política de Estado, de cada Estado en lo particular y de todos los estados en general. Porque, para poner un ejemplo ramplón: ¿Qué puede hacer usted en un Estado cuya política de desarrollo nacional está basada en el consumismo? ¿Si usted tiene carro que se mueve a gasolina; si usted encuentra más barato el gas que la electricidad hidráulica para hacer de comer; si todo lo que le embuten en este mundo consumista es desechable? ¿Qué hace usted?: seguir la corriente, no le queda más opción, si no quiere aparecer como un desadaptado.
Claro que individualmente hay que hacer el esfuerzo, y seguramente si muchos seres aportan su “granito de arena”, en la suma total será una montaña, pero no será suficiente si el mundo entero, es decir, los estados y sus gobiernos no cambian el modelo económico imperante, el neoliberalismo, que es lo que ha hecho prender las alarmas.
Fin de folio.- Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo: Albert Einstein. Y se puede agregar: Si queremos cambios en nuestra vida, también tenemos que cambiar nuestras acciones.