Por Luis Sandoval en el marco de la reunión en la cual se conformó el grupo de facilitación de la Unidad Democrática el pasado 19 de abril.
Queridos amigos y amigas:
Extraordinaria esta reunión de líderes y lideresas de todos los matices democráticos.
Esperanzador que estén ustedes aquí para expresar una voluntad de entendimiento con miras a avanzar y triunfar en 2019 y ¿por qué no? en 2022.
Cuando la Dra. Clara me llamó para informarme el acuerdo con el Senador Petro de convocar esta reunión e invitarme a ella, quedé preguntándome que podría yo decir que sirviera a la consolidación del espíritu de unión.
He aquí en cortas líneas lo que se me ha ocurrido, admirados compañeros y compañeras:
Si estuvieran aún entre nosotros ¿Qué pensarían, que dirían, qué harían Carlos Gaviria, Orlando Fals, Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro, Jaime Pardo, Bernardo Jaramillo, Francisco Mosquera, Alfredo Vásquez Carrizosa, el General JJ Matallana, el Padre Camilo Torres, Jorge Eliécer Gaitán, María Cano, Rafael Uribe Uribe? ¿Qué pensarían, qué dirían y, sobre todo, qué harían?
Ustedes y yo tenemos un vivo recuerdo de ellos, y de muchos más, hombres y mujeres, que soñaron con y lucharon por organizar una gran fuerza plural, mayoritaria, ciudadanía consciente, para transformar a Colombia. Nosotros y nosotras somos la prolongación de ellos.
Seguro ellos y ellas nos dirían hoy: en el país existe una potencialidad enorme, muchas veces demostrada, recientemente corroborada, una potencialidad enorme, tan a menudo dilapidada, para que la gente democrática, de abajo y del medio, quizá también algunos de arriba, se organicen, se unan y tomen las riendas de la nación.
Seguro ellos y ellas nos dirían hoy: el país necesita un acuerdo básico, un pacto sobre lo fundamental, un pacto por Colombia que incluya siquiera estos puntos:
- El monopolio garantista de la fuerza en el Estado, no más muertes de ninguna orilla por razones políticas o sociales.
- Lo público es sagrado, no puede ser objeto de apropiación personal, no puede ser botín de poderes fácticos en ninguna parte. Hay que derrotar la corrupción para que se cumplan los objetivos del Estado social de derecho.
- Las reglas de juego político, con inclusión de los movimientos y de la protesta social, la posibilidad de comunicarse y expresarse con plena libertad, se deben actualizar y modernizar para que todos los sectores tengan experiencia viva y tranquila de que el juego político es limpio y de que se respetan los resultados de los votos en las urnas.
- La paz es el bien supremo de una sociedad. Todos tenemos la obligación de procurar que la paz política se termine de construir en Colombia y que el país, por fin, tenga una paz completa, justa, estable y duradera. Pacta sunt servanda. ¡Siempre!
- El respeto a la soberanía, la propia y la de los vecinos, es condición sine qua non para construir democracia, justicia, paz y dignidad en nuestros pueblos; no aceptamos ningún tipo de intervención militar en nuestro continente so pretexto de una u otra crisis.
Esos cinco asuntos creo yo serían recomendaciones de los líderes y lideresas que nombré antes, que tan destacado lugar ocuparon y siguen ocupando, plenamente vigentes, en nuestra historia.
Colombia necesita hoy ser un país viable, para eso es el acuerdo sobre la fundamental. Colombia necesita ser un país que pueda tramitar democráticamente su conflictividad para eso son las reglas consensuadas de juego político.
El Pacto sobre lo fundamental no excluye, ni impide, al contrario, exige que las fuerzas democráticas coaligadas tengan su propio plan de transformaciones, en todo orden, para emprender la tarea de seducir con él al país entero. Proyecto y sujeto de la nueva república son inseparables.
Ustedes los y las que están aquí hoy, y muchos otros y otras que están en todas las regiones y territorios de Colombia, son expresión múltiple y variada de un sujeto político plural que tiene que superar la condición de espejo roto. Si el espejo sigue roto nunca veremos el rostro común de nuestra identidad.
Muy importante haber constituido una bancada alternativa unida, puede ampliarse. Muy importante pensar en que la acción parlamentaria va de la mano con la acción de movilización. Hay que hacerlo, sostenidamente, incansablemente, pacíficamente.
Colombia no puede seguir anegada en sangre y corrupción, sin derechos sociales y sin dignidad. La esperanza es el sujeto transformador en ciernes, al cual es preciso ayudarle a nacer. En esta perspectiva realizaremos muy pronto con el concurso de una universidad un diplomado a fin de contribuir a cualificar el proceso de nacimiento del sujeto político plural alternativo.
Importante también tomar muy en cuenta la realización del Foro de Derechos Humanos los días 15 a 17 de noviembre. Otra oportunidad para avanzar en entendimientos básicos para la unión.
Hasta ahora hemos empujado el carro, llegó el momento de que nos subamos a él, cojamos el timón y lo conduzcamos a buen destino, aunque no toda la vía esté pavimentada. El optimismo no es sentirse a gusto a toda hora, sean malas o buenas las circunstancias, es tener un plan de acción para cambiar el estado de cosas y el rumbo de los acontecimientos.
Queridos amigos y amigas, quiero decírselo con la más viva convicción: si nos unimos hoy, triunfaremos mañana. Así será en 2019 y en 2022. Por eso alguien sabiamente sentenció:
La mayor generosidad con el futuro, es darlo todo al presente: Unión! Unión! Unión!
Luis I. Sandoval M.
Asociación Democracia HOY
Salón Amarillo, Capitolio Nacional.
Bogotá, 19 de septiembre de 2018.