Como un acto de agresión que enrarece el ambiente de reconciliación que se busca aclimatar en Colombia al iniciarse el posconflicto, calificó la exministra Clara López Obregón, el vil asesinato de Bernardo Cuervo Bravo, fiscal de la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes), ocurrido en las horas de la noche del pasado 7 de junio en el municipio de Malambo, Atlántico.
La dirigente política envío su saludo de solidaridad y condolencia a la familia del dirigente asesinado así como a Afrodes, al tiempo que exigió de las autoridades el esclarecimiento del crimen.
López Obregón dijo que este nuevo asesinato contra un dirigente social no solo afecta a las comunidades afrodescendientes y a la población de Malambo sino que constituye una alarma respecto de la crítica situación de amenaza en que se encuentran los líderes sociales en Colombia.
Llamó la atención sobre la urgente necesidad de que el Estado colombiano asuma su rol de garantizar y proteger la vida de los dirigentes sociales como condición para aclimatar la paz en el país.