Invitada por el rector de Uniciencia, Diego Otero Prada, la candidata presidencial Clara López Obregón disertó este miércoles 27 de septiembre sobre su proyecto político para Colombia, en la sede de Bogotá de este centro de estudios superiores. Durante su conferencia, la exministra hizo énfasis en la urgente necesidad que tiene el país de generar niveles de equidad social mediante la democratización del esquema político para que las reglas de juego (es decir, las leyes), tengan un impacto redistributivo, en lo que denominó una política del gana-gana.
¿Quién hace las reglas en Colombia?, se preguntó la dirigente política para indicar en parte, las causas de las inequidades y las grandes brechas que históricamente han existido en el país.
López Obregón precisó que ha sido tradicional que quien hace las reglas, las diseña para su beneficio, por lo que es imperativo cambiar esta práctica mediante la democratización de la actividad política, porque de lo contrario, dijo, se va ahondar la crisis del “Estado cleptocrático” en que se ha convertido Colombia.
No es posible, insistió, en que se siga expidiendo reglas o normas en beneficio de pocos y en perjuicio de los intereses sociales de las mayorías.
Dijo que el tema de la lucha contra la desigualdad lo entiende como la búsqueda de la equidad a través de la garantía de derechos y en este momento, agregó, esta oportunidad la ofrece la consolidación del proceso de paz.
Así como un expresidente hablaba de la necesidad de la “confianza inversionista”, es prioritario darle “seguridad jurídica” al acuerdo final de paz logrado en La Habana entre el Gobierno y las Farc.
“Faltar a la palabra en la implementación de los acuerdos de paz va en contra de la visión compartida de nación que tenemos y debemos construir”, precisó la líder del colectivo Todos somos Colombia.
Desarrollar el posconflicto es clave, agregó López Obregón, porque constituye una excelente oportunidad para trabajar en la reducción de las desigualdades, ya que Colombia es en el continente, uno de las países más inequitativos y con índices vergonzantes de concentración de la riqueza, junto con Haití y Paraguay.
Aseguró que la desigualdad es un factor muy grave no solo para la economía sino para la democracia del país. Para citar solo un ejemplo, recordó el impacto negativo que tuvo la reforma laboral aprobada durante el gobierno de Álvaro Uribe que ahondo la inequidad para el sector de los trabajadores con la reducción del recargo nocturno, las horas extras y los dominicales.
Bajo el eufemismo de “flexibilización laboral” y con la peregrina disculpa de que esa reforma iba a generar una cantidad de empleos, lo único que condujo, señaló la aspirante presidencial, es que a los trabajadores dejaron de percibir 28 billones de pesos durante el periodo comprendido entre 2002 y 2016.
También se refirió al programa educativo Ser pilo paga, el cual no es más que una transferencia de recursos públicos para fortalecer el negocio de la educación privada.
La educación pública, señaló López Obregón, debe ser lo suficientemente democrática para brindar acceso no solo a los “pilos” sino a todos los jóvenes que quieran ingresar a un programa académico.
En el ámbito laboral, la exministra, dijo que es prioritario volver a garantizar el trabajo decente, a través de unos mínimos de protección y afiliación universal en seguridad social y no como ocurre en la actualidad que la mayor parte de los empleados en Colombia o son tercerizados o viven en la informalidad. Por esa razón planteó la necesidad de hacer una reforma al sistema laboral.
Otro de los tópicos sobre el que se refirió fue el de la propiedad intelectual porque es preciso ponerle límite a la explotación de patentes y regular lo que hoy se conoce como la gestión del conocimiento para que no haya abusos como ocurre con el negocio de las farmacéuticas que se oponen, por ejemplo, a la fabricación de drogas genéricas.
“Si la paz no sirve para pagar la deuda social y remover las causas que originaron en Colombia el conflicto armado, entonces no se logrará consolidarla”, alertó la candidata presidencial.
Reconstruir institucionalidad del campo
También la exministra López Obregón se refirió a la necesidad de recuperar el campo en Colombia, para lo cual, precisó, existe una herramienta expedita como es el acuerdo de paz.
Al campo en Colombia, dijo, hay que llevarle tanto Estado como mercado, porque las políticas neoliberales y el conflicto desmantelaron, por un lado, las políticas públicas que propugnaban su desarrollo, y llevaron a convertirlo, por otro, en una inmensa zona de orden público donde hacía presencia la fuerza pública para enfrentar a los grupos armados ilegales, llenando a los campesinos de zozobra y terror.
Por lo anterior, planteó que es necesario reconstruir la institucionalidad en la zona rural del país, con políticas públicas que impacten positivamente a través de entidades que como antaño tuvieron incidencia directa en el desarrollo del campo como la Caja Agraria, el DRI, el INAS, el HIMAT, el IDEMA con sus precios de sustentación, Caminos Vecinales, que fueron devastadas por el modelo neoliberal imperante desde 1991 con la expedición de la Constitución Política.
López Obregón llamó a superar la profunda desconexión de la sociedad colombiana en la que una cosa es lo que les interesa a los políticos tradicionales, otra a los medios de comunicación, y una muy distinta lo que está pensando la gente del común que se encuentra desconcertada.
Puntualizó que ella le está planteando al país un proyecto concertado, incluyente y participativo para abordar las grandes reformas que requiere la sociedad colombiana que le permitan salir de su premodernidad y dé el salto hacia el desarrollo con justicia social.