Por María Isabel Rueda / El Tiempo
“Mi vida ha sido coherente en función de dos grandes temas: la paz y el cambio social”, dice la aspirante presidencial Clara López Obregón, en entrevista con El Tiempo.
La candidata presidencial de la ASI, Clara López Obregón, dice que su coalición con Gustavo Petro es para Congreso y que ‘faltan hervores’ para la candidatura presidencial. Asegura que su propuesta es bien de centro y que, por ahora, no caben las Farc.
Todos nos preguntamos: ¿por qué una convergencia con Gustavo Petro? Son conocidos los enfrentamientos que ustedes han tenido en el pasado…
Más que enfrentamiento, lo que se dio fue una puja entre los dos por la presidencia del Polo cuando la correlación de fuerzas le era desfavorable y que desembocó en su salida del partido.
Pero, él dijo que había sido por la corrupción del partido. Incluso, usted era su presidenta. ¿No es algo que riñe con su coherencia política?
Mi vida ha sido coherente desde sus comienzos hasta el tiempo actual, en función de dos grandes temas: la paz y el cambio social. Siempre traigo a colación una carta que le mandé al Niño Dios cuando era chiquita, que encontré en el misal de mi madre. En esa tarjetica de una niña que aprendía a escribir anoté: “Niño Jesús, le pido en esta Navidad paz para Colombia y comida y vestido para los niños pobres de mi patria”. Ese ha sido el almendrón de mi vida.
¿Por qué empieza su vida política en el Partido Liberal?
Era el partido de mis mayores; además, viví muy de cerca, de jovencita, el MLR (Movimiento Revolucionario Liberal), de Alfonso López Michelsen. No fue por nepotismo por lo cual aterricé como secretaria económica de su presidencia. Venía muy recomendada por mi universidad, Harvard, de donde me gradué ‘magna cum laude’, por mi director de tesis, Albert Hirschman.
Nadie pone en duda sus capacidades académicas e intelectuales…
Estaba obsesionada con la reforma agraria. Luego nació el Nuevo Liberalismo, y Galán, quien, con su actitud de renovador político, me convenció de inmediato. No quería seguir siendo la “sobrinita pálida”. Pero cuando Galán regresó al Partido Liberal y dejó en libertad a los suyos para votar como quisieran, yo voté por Jaime Pardo Leal, de la UP.
Y empieza la era funesta de la guerra sucia…
Vimos caer a tanta gente tan valiosa: Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Galán, Pizarro, los cuatro en un solo proceso electoral. Eso nos llevó a mi esposo y a mí al exilio. Cuando regresé estaba fundándose el Polo Democrático. Allí hice vida política durante varios años. Incluso me postuló como candidata presidencial, y creo que sorprendí al Polo y a los demás con esa fórmula que hicimos con Aída Avella, con la que sacamos 2 millones de votos.
Hasta que Robledo la sacó…
Hasta que crearon una subcomisión a ver cómo me expulsaban del Polo, y entonces yo no iba a darles ese plato servido. Preferí renunciar.
¿Cuando entró al gobierno de Juan Manuel Santos como ministra, no renunció a toda esa postura de rebelde?
Pues, mire: el presidente Santos me había ofrecido ser ministra varias veces. Le dije que le aceptaría el día que yo le viera la voluntad política para cuajar un acuerdo de paz.
Pero ¿a usted no le mortifican ciertas herramientas que se han utilizado para cuajar la paz, como el clientelismo en el Congreso o la plata de Odebrecht para la reelección?
A mí lo que mortifica es cómo la gente juzga ‘ex post facto’. ¿Qué se iba a saber de lo de Odebrecht? Yo no sabía. Y creo que el grueso de este país, tampoco. En el Congreso de la Infraestructura le metieron un banderillazo a la Cámara de la Infraestructura, porque precisamente en la asamblea anterior habían condecorado a Odebrecht. El tema es que a la gente le gusta juzgar las posiciones de las personas con la información que se adquiere ‘a posteriori’.
El tema es que a la gente le gusta juzgar las posiciones de las personas con la información que se adquiere ‘a posteriori’
¿Qué opina del clientelismo, que estuvo de manera transversal y pública en toda la aprobación de las leyes de la paz en el Congreso? Cada vez que había una crisis aparecía el ministro de Hacienda…
Sí. Aparecíamos todos los ministros, no solo el de Hacienda. El llamado del presidente era a que el gabinete todo fuera a respaldar al ministro del Interior. La verdad es que no todos los ministros fuimos. Pero eso es harina de otro costal.
Volvamos a Petro. Salió del Polo furioso porque no obtuvo la presidencia del partido, pero lo convirtió en una protesta contra la corrupción del Polo.
Corrupción en la Administración Distrital, no en el partido.
Pero es que los Moreno eran el partido…
Eran del partido.
Acepto todas las correcciones. Pero, como usted era la presidenta del partido, el portazo fue contra usted. Y, sin embargo, ahora reaparecen de aliados con Petro…
Esta coalición es para conformar una lista por la decencia en el Congreso de la República, no está alinderada con una coalición presidencial. Hay varios candidatos.
¿Como cuáles?
Está Gustavo Petro, está Clara López y está Carlos Caicedo. Y esperamos que podamos ampliarla para que haya una gran lista alternativa, capaz de elegir 20, 30 senadores…
¿Y bajo cuál mecanismo elegirían al candidato presidencial?
Eso no se va a resolver de aquí a la presentación de las listas. Nuestro verdadero objetivo –hablo por mí y por muchos de los que estamos en este proceso– es la importancia de una lista unitaria de todos los sectores alternativos, que ojalá incluyera a los ‘verdes’, al Polo, y al movimiento de Fajardo, Compromiso Ciudadano, sumados los cinco sectores que estamos en este proceso de sacar una lista. Podríamos ser la primera votación al Congreso de la República.
¿Aquí quién está salvando a quién? ¿Usted a Petro o Petro a usted?
No, yo pienso que Petro, o sea, llamémoslos por los nombres de los movimientos, Colombia Humana, Todos somos Colombia, ASI, Mais y UP, estamos haciendo una coalición que garantiza que podamos llevar una bancada significativa.
Se lo pregunto porque, según la última encuesta, Petro está por allá arriba en los 14 y usted está allá por abajo en los 2,9. ¿Usted le está pavimentando la candidatura presidencial a Petro?
Como encuestas hay para todos los gustos, en todas las demás estoy en los primeros cinco lugares, menos en las de ‘Semana’. Cosas que la gente olvida: ¿sabe cuánto sacó en una de esas encuestas Álvaro Uribe, cinco meses antes de su primera elección? Lo mismo que tengo yo en esta encuesta, 2 por ciento. Me parece que se usan más para tratar de formar opinión que para consultarla. Ojalá pudiéramos llegar a acuerdos con Humberto de la Calle, con los ‘verdes’, con el Polo… Vamos a ver…
¿Usted apoyaría a Petro como candidato presidencial?
Faltan varios hervores. Porque en las coaliciones no vale lo que diga un sector, sino el consenso amplio entre todos. Yo estoy dispuesta a hacer una campaña por una amplia convergencia democrática que esté más al centro de Gustavo Petro, pero pienso que debería comprender a Gustavo Petro. La ASI envió una carta al Consejo Nacional Electoral en la cual dice que tiene la voluntad de ir con su candidata, Clara López Obregón, a una consulta interpartidista en el mes de marzo.
¿Eso a dónde conduce?
Esperaría que Humberto de la Calle, Claudia López, Robledo, Fajardo, Petro mandaran una carta semejante.
¿Y las Farc?
Las Farc todavía están en una etapa de consolidación de su propio proyecto. En una coalición de esta naturaleza desnaturalizarían el núcleo esencial de centroizquierda que se está tratando de proyectar. Es decir, más centro que izquierda.
Se lo pongo en palabras mías: ¿usted preferiría un candidato más de centro que Petro y no quisiera ver a las Farc todavía en esta coalición porque jalarían demasiado hacia la izquierda el proyecto?
Exactamente. Y quiero hacer una aclaración: yo no comparto el ‘apartheid’ que les están tratando de montar a las Farc; estamos saliendo de un conflicto armado muy doloroso, salvaje, y no contribuye a la construcción de paz y reconciliación cercar a las Farc para que sientan que no tienen un lugar en la política colombiana.
El lugar natural al que podrían llegar es a su convergencia. Pero ¿a usted no le gustaría porque todavía no están preparados y distorsionarían el mensaje que usted quiere dar?
Así es. Esto de las convergencias se tiene que dar por partes e ir evolucionando, para que puedan ser amplias. Si uno empieza al revés, pues no va a poder construir ninguna convergencia.
Le pregunto nuevamente: ¿si Petro es el hombre de su convergencia, usted saldrá a hacer campaña por él?
Yo aspiro, María Isabel, a representar a la convergencia. Pero no pongo como condición ser yo la candidata. Debemos aspirar a que eso nos permita, de verdad, con fuerza, generar nuevas mayorías para sentarnos a diseñar el futuro del país.
Pero ¿por qué con Petro, con quien ha tenido tantas diferencias?
Tengo una lista para el Congreso de la República en coalición con Petro y otros cuatro movimientos, y nosotros para la presidencia tenemos que volver a barajar. Pero, ojalá podamos llegar a un acuerdo político con anticipación.
¿Alrededor de usted o de Petro?
O alrededor de Humberto de la Calle, o alrededor de otro, no sé. Yo no descarto que seamos capaces de generar lo que necesita el país: un gobierno de coalición, dirigido por alguien que tenga la confianza de todos los sectores de la sociedad colombiana.
¿Le suena De la Calle candidato y usted candidata a vicepresidente?
Antes de fórmulas concretas, me suena el concepto de concretar una convergencia capaz de reconducir a Colombia por el camino de la paz que requiere para aclimatarse, reducción palpable de las desigualdades y compromiso eficaz con la deliberación democrática.
Y una última pregunta, doctora Clara: estamos viendo denuncias de todo tipo de guerrilleras, de los horrores, de los abortos, de la violencia sexual, de la agresividad, de las violaciones, las formas como las obligaban a abortar, bajo sanciones terribles. ¿Usted estaría dispuesta a abrir las puertas de su partido para que ellos llegaran sin pagar ni un solo día por eso?
Perdón, es entre el victimario y el Creador. Yo creo que aquí, por nuestra tradición religiosa, nos hemos puesto en el tema del perdón en vez de en el de la reconciliación. En esta guerra hubo varias partes. Ese informe que se publicó, de Memoria Histórica, tiene que llamar a filas a todos. Aquí todos cometieron abusos sexuales: los guerrilleros, los paramilitares; importante señalar que la Fuerza Pública, en mucha menor proporción. Entonces, el tema no es de perdón, es de aprender a vivir juntos. Y ese delito, que a uno como mujer alcanza a mandarle tantas vibraciones de dolor y frío por las vértebras, es el más difícil para mí de todos, especialmente cuando se trata de menores de edad.
En resumen, ¿qué es lo que usted plantea al respecto?
Vencer la polarización y estructurar unas bases comunes para elaborar de manera consensuada una visión compartida del futuro del país. Un futuro que hoy necesitamos para garantizar que las nuevas generaciones, en vez de que se vayan a engrosar los ejércitos, se vayan a llenar las universidades, a las universidad públicas, que tienen que ofrecer la educación a los jóvenes con carácter gratuito. Que en el curso de los próximos 15 años hagamos una transformación de un presupuesto de guerra en uno de paz. Si nosotros no nos ponemos de acuerdo en esos temas, nos vamos a quedar como la mujer de Lot, mirando para atrás, convertidos en una estatua de sal.