El Polo Democrático Alternativo, partido secuestrado hoy por esa facción conservadora históricamente camuflada dentro de la izquierda que es el Moir que lidera el senador Jorge Enrique Robledo, se va derritiendo paulatinamente. Ha trascendido que van en aumento las fricciones entre los dirigentes que hoy manipulan ese mini-partido en que quedó convertido esta colectividad, vale decir entre los propios moiristas, el exsenador Jaime Dussán y el excongresista Wilson Borja.
Adicionalmente, militantes de los sectores de los senadores Iván Cepeda Castro y Senén Niño, así como del concejal Celio Nieves Herrera, han expresado que se encuentran secuestrados por el Polo-Moir, habida cuenta que no comparten la “disciplina para perros” que han impuesto Robledo y sus corifeos, y preferirían salirse de una vez de ese partido. Se encuentran “secuestrados” dentro del aparato partidista por cuanto que la legislación electoral no les permite renunciar al mismo porque ello conllevaría a perder ipso facto sus curules.
Los mencionados dirigentes y su militancia en la práctica ya no tienen sentido de pertenencia al Polo y solo esperan que se apruebe la reforma electoral en el Congreso de la República (vía fast track) para ver si se permite por una vez el transfuguismo y de esta manera hacer tolda aparte para contribuir a concretar la amplia convergencia social y política en que están interesados los diversos sectores alternativos y de izquierda del país.
De esta manera, no solo se ha deslegitimado el Polo como partido sino también la candidatura presidencial espuria de Robledo, pues dirigentes como Cepeda Castro, Niño Avendaño y Nieves Herrera, han hecho saber que no la apoyan y que auscultan otras opciones dentro de la izquierda genuina.