El Tiempo
La renuncia de Clara López Obregón al Ministerio del Trabajo para comprometerse a la concreción de una amplia convergencia política que posibilite garantizar el posconflicto en Colombia, y la excéntrica convención del uribismo caracterizada por gritos y declaraciones disonantes contra el proceso de paz, constituyen los primeros pasos para la configuración del escenario electoral de 2018.
El diario El Tiempo considera que estos dos hechos políticos permiten vislumbrar desde ahora dos coaliciones posibles para elecciones del próximo año: una de centroderecha y otra de centroizquierda, esta última defensora del proceso de paz.
El texto de la crónica política del periódico del banquero Sarmiento Angulo es el siguiente:
El pasado fin de semana se dieron los primeros pasos hacia la construcción de las coaliciones de centroderecha y centroizquierda, que podrían ser las grandes protagonistas en la contienda presidencial del 2018.
Por un lado, en la convención del Centro Democrático (CD), del pasado sábado, el expresidente Álvaro Uribe confirmó que buscará un “candidato único de coalición” y citó a sectores conservadores como sus aliados ideales para ese propósito. Esa sería la coalición de centroderecha.
Casi al mismo tiempo se conoció la carta de renuncia de la ministra de Trabajo, Clara López, quien en el primer párrafo de su misiva reveló que se va para tener libertad de “contribuir a conformar una convergencia de amplio espectro para elegir en la contienda del 2018 una coalición de gobierno comprometida con la consolidación de la paz”.
El agotamiento de las colectividades tradicionales (liberalismo y conservatismo) y la aparición de nuevas organizaciones políticas cerraron las posibilidades a gobiernos de partido.
César Gaviria (1990-1994) y Ernesto Samper (1994-1998), liberales, fueron los últimos presidentes elegidos por su partido, con apenas el apoyo de unos sectores diferentes minoritarios. Desde Andrés Pastrana (1998-2002), conservador, los presidentes han sido elegidos en coaliciones.
La coalición de Uribe
Aunque Uribe tiene hoy cinco precandidatos presidenciales corriendo por la nominación oficial del CD (Paloma Valencia, María del Rosario Guerra, Iván Duque, Carlos Holmes Trujillo y Rafael Nieto), y advirtió que pueden ser más, también es claro que él sabe que le será más fácil conquistar la Presidencia en 2018 con el apoyo de otros partidos.
El expresidente habló de su interés de llegar a una “candidatura única de coalición” para 2018 y trazó las líneas generales para ello.
Una primera tarea ordenada por Uribe es que la nueva dirección del CD designe unos compromisarios para comenzar la construcción de esa coalición.
Pero la tarea ya está avanzada. El jefe del CD reveló que ya ha hablado del tema con el expresidente Andrés Pastrana; el exprocurador Alejandro Ordóñez; la exministra Marta Lucía Ramírez y el exministro Juan Lozano.
Los principales aliados de la coalición de Uribe serán los sectores conservadores que apoyaron sus dos elecciones en 2002 y 2006.
Como una primera fase de la construcción de esa coalición, el exmandatario iniciará de inmediato un recorrido con sus cinco precandidatos por todo el país, en foros temáticos, para foguearlos y sacar de ahí uno, que intentará liderar la coalición.
Los cinco precandidatos uribistas, y uno más que podría llegar (Luis Alfredo Ramos, quien está pendiente de una decisión de la Corte Suprema de Justicia), tendrán que definir el mecanismo de selección del candidato único.
El exprocurador Ordóñez quiere ser el candidato de la coalición. Ordóñez, quien asistió como invitado a la convención uribista, le dijo a El Tiempo que va a recoger entre uno y dos millones de firmas para presentarse con la mayor fortaleza posible a esa coalición.
En muchas mediciones, el partido de Uribe se muestra como el que más apoyo popular tiene, pero no ocurre lo mismo con sus precandidatos. Esa podría ser la principal razón de Uribe para ir en busca de la coalición, en la que también estarían grupos cristianos y otras corrientes de centroderecha.
La centroizquierda
La coalición de centroizquierda está más en proceso de construcción. Esta tiene sus principales impulsores en Clara López, quien se retira del Gobierno para irse a trabajar de lleno por ella.
Roy Barreras, precandidato presidencial de ‘la U’, es otro de sus defensores. De hecho, en un tuit enviado el pasado viernes, dijo que la renuncia de Clara López al Ministerio de Trabajo “es el primer paso” en la construcción de esa coalición.
Se sabe que hay sectores liberales también interesados en entrar en este proceso. Si el actual ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se retira de esa cartera, irá a trabajar por la coalición.
Todos ellos tienen un denominador común: la defensa del proceso de paz con las Farc y su implementación, y harían de este tema el eje central de campaña. Pero tanto los liberales como ‘la U’ tienen que resolver primero sus diferencias internas, para luego saber si en realidad están comprometidos en esta coalición de centroizquierda.
Esas dos organizaciones tienen varios precandidatos buscando la nominación presidencial y realizarán sus convenciones en junio próximo para definir su suerte.
La coalición de centroizquierda también tiene muchas incógnitas. No se sabe la ruta que finalmente seguirán otros candidatos y movimientos ubicados en este espectro.
Habrá que esperar las decisiones que tomen presidenciables como Claudia López (verde), Jorge Enrique Robledo (Polo), Piedad Córdoba y Gustavo Petro, entre otros.