Por Sonia Diaz Mantilla
En octubre del 2011, cuando empezó el estudio para la delimitación de las áreas protegidas en Colombia, el Instituto Von Humboldt recomendó al Minambiente la negación de licencias para la explotación de minerales auríferos en el páramo de Santurbán, ecosistema que comparten Norte de Santander y Santander.
Seis años después, su directora, Brigitte Baptiste, ante el reciente fallo de la Corte Constitucional que ordena involucrar a la población en la discusión minera (con lo que da otro año para establecer unos límites que ya habían sido determinados), escribió: “Se cae delimitación de Santurbán por falta de consulta. ¿Ahora la gente definirá la temperatura participativamente?”.
Tal vez (es una conjetura) ella defiende el trabajo técnico de su institución -que debió ser muy bueno, porque es una institución seria- lo cual es loable, además que meterle consultas populares a todo no necesariamente garantiza que se tomen las mejores decisiones, de esto hay muchas pruebas. Pero entra en contradicción con lo que pensaba hace 6 años.
A mí me resultó muy interesante la ruta que trae el tema. Entre el 2013 y el 2014, el gobierno de Colombia (el de Santos) tuvo como asesor en asuntos mineros al ex primer ministro británico Tony Blair. La revelación la hizo el diario británico The Sunday Telegraph y obligó en su momento a que Blair renunciara a su gestión en las Naciones Unidas.
La asesoría de Blair la pagaron los Emiratos Árabes Unidos, no el gobierno colombiano, con lo que la información privilegiada sobre las reservas mineras quedó en manos de terceros, así el señor Blair haya venido a asesorar a Santos en cómo gestionar 3 mil millones de dólares que se supone recibirá el país por explotación minera.
Los príncipes de esos Emiratos Árabes Unidos fueron los que recibieron al presidente Santos y le entregaron un cheque por 45 millones de dólares para el posconflicto, pero también son los dueños de la Sociedad Minera de Santander, que se comprometió a invertir mil millones de dólares en el proyecto minero Soto-Norte que empezaría a sacar oro en el 2021. Las reservas son, según el presidente de Minesa, Darren Bowden, de 9 millones de onzas de oro.
Nada despreciable cantidad de mineral para el grupo de “caridad” en que parecen haberse convertido los primeros mejores amigos del presidente Santos, los Emiratos Árabes Unidos.
Vanguardia, Bucaramanga.