Con copias de contrato de concesión, licencias ambientales y sentencias de tutela y acciones populares en mano, activistas de la Veeduría Ciudadana Taganga Despierta explicaron detalladamente a la exministra Clara López Obregón, la seria amenaza medioambiental que se cierne sobre esa bahía, localizada muy cerca de la ciudad de Santa Marta, por el empeñó del capital transnacional de construir ahí un muelle multipropósito, con el cual no solo acabará con las actividades tradicionales de subsistencia de sus pobladores sino que pone en grave riesgo su ecosistema, atentando como es obvio, contra la vida de esta población y de su entorno.
Líderes sociales que se organizaron en la Veeduría Taganga Despierta visitaron en Bogotá este 18 de agosto a la exministra López Obregón para agradecerle su decidido respaldo a la denuncia que vienen haciendo contra este atropello ecológico de ese pintoresco pueblo de pescadores, rodeado por montañas, con algo más de 7.500 habitantes, cuya sustentabilidad económica deriva de la pesca y el turismo.
Los voceros de este colectivo muestran cómo está en marcha el desplazamiento forzado de la población de la bahía de Taganga con la complicidad de autoridades municipales, la Sociedad Portuaria Las Américas, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), que apoyan el proyecto de construcción de un muelle multipropósito sobre una licencia ambiental para un embarcadero que ya ha causado daños ambientales irreparables.
En su entrevista con la líder de Todos somos Colombia, los voceros de dicha veeduría hicieron un llamado a la defensa del territorio que no obstante ser reserva ambiental va camino a convertirse en un puerto de exportación de carbón, químicos y aceite de palma conjuntamente con la construcción de una carretera diseñada para atravesar el pueblo de Taganga para tales efectos, los cuales tendrán implicaciones muy graves para la vida humana y el medio ambiente.
Clara López anunció próximamente su visitara Taganga para enterarse de primera mano de las graves denuncias, dialogar con los pobladores y coadyuvar en la defensa de esa importante bahía, cuyos habitantes se encuentran en estado desigual y vulnerable frente a tan poderoso atropello ecológico que en caso de concretarse generará daños irreversibles a ese territorio y a su entorno.