Haciendo énfasis en la necesidad de buscar los mecanismos expeditos que permitan al país concretar una solución política al inveterado conflicto armado colombiano, la ex auditora general de la República, Clara López Obregón, en su intervención durante la instalación del I Congreso de Unidad del Polo Democrático Alternativo (PDA) en representación de la Mesa de Unidad, afirmó que a esta fuerza política de izquierda «no le interesa ganar la guerra, a nosotros nos interesa ganar la paz para Colombia». Para ello le propuso a la plenaria del Congreso retomar el planteamiento del Alcalde de Bogotá Lucho Garzón, según el cual, hay que conformar una gran convergencia democrática para la paz y superar la coalición por la guerra que ha imperado en el país en los últimos años.
El siguiente es el texto de la Intervención de Clara López Obregón como vocera del antiguo PDI ante el plenario del I Congreso Nacional de Unidad, Bogotá, D.C., 30 de noviembre de 2006
Compañeras y compañeros del Polo Democrático Alternativo:
Ningún partido político de Colombia refleja en la composición de su Congreso, máximo órgano de dirección, la diversidad que caracteriza al Polo Democrático Alternativo. Diversidad generacional, diversidad étnica, diversidad sexual. Pluralismo político e ideológico.
Pero como mujer, no puedo dejar de señalar con orgullo, la participación combativa y alegre de las mujeres polistas en la construcción de este glorioso proyecto político. Y que no se diga que venimos con déficit de votos a copar el 30% del Congreso y de las posiciones en los cuerpos directivos que aquí elegiremos, por mandato expreso de nuestros estatutos, votados unánimemente por los hombres y mujeres del antiguo PDI y que seguramente serán refrendados por esta magna asamblea. La inmensa mayoría de nosotras llega con votos plenos, con calidades políticas potenciadas y compromiso unitario inquebrantable.
De todos los rincones de la Patria venimos presurosos, delegadas y delegados, para consolidar la Unidad de las izquierdas, para ratificar nuestro compromiso con el pueblo colombiano, para avanzar en el 2007 y para triunfar en el 2010.
¡Qué diferencia! Mientras la nave del uribismo naufraga hacia a cárcel, el Polo se levanta con energía imparable, como la esperanza de Colombia.
Quiero reivindicar aquí la labor de nuestra bancada parlamentaria; los debates y denuncias de Gustavo Petro, y Wilson Borja, de Parmenio Cuellar, Jaime Dussan y Jorge Robledo, develando la penetración paramilitar que ha significado la disolución del Estado en amplias regiones de la geografía nacional.
Pero, a la vez, quiero reivindicar aquí, dejando de lado la modestia, la denuncia penal que presenté hace año y medio ante la Corte Suprema de Justicia con los resultados conocidos: tres parlamentarios en la con medida de aseguramiento privativa de la libertad y una fila india de congresistas llamados a rendir indagatoria ante ese elevado Tribunal. Tribunal Supremo que ha mostrado que en Colombia ya no hay intocables y que la impunidad empieza a ceder terreno ante la justicia.
Faltaría, compañera y compañeros del Senado y de la Cámara de Representantes que buscáramos una salida a la paradoja del reemplazo de los congresistas suspendidos por sus vínculos con las estructuras paramilitares por quien les sigue en votos en su misma lista, es decir, elegido con los mismos votos de su principal. Nadie puede entender que esos votos espurios, conseguidos a la punta de un fusil, ahora le den derechos políticos a un suplente. En este caso concreto lo que hay es un vacío normativo en la Constitución y la Ley. Estoy en trance de presentar una demanda de nulidad ante el Consejo de Estado en busca de que sean los jueces quienes llenen semejante laguna normativa, pero bien valdría la pena que la Ley, por iniciativa del Polo se ocupara de la materia.
Al entrar a este recinto escuché la voz libertaria de la gran canta-autora de nuestra América, Mercede Sosa. Recordé en seguida una de sus más sentidas plegarias, tan cara a las mujeres de esta Colombia ensangrentada:
«¡Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente!»
Desde aquí quiero repetir con ella y gritar con fuerza de reclamo al Presidente Uribe:
¡A nosotros los del Polo, la guerra no nos es indiferente!
Reclamamos del Gobierno y de la insurgencia: Acuerdo Humanitario, ¡YA! No más excusas, no más dilaciones.
Retomando el planteamiento de Lucho Garzón, Alcalde de Bogotá y fundador del Polo; necesitamos construir una gran convergencia democrática por la paz para reemplazar la coalición por la guerra que ha imperado en este país a través de tantos gobiernos. Una convergencia de todos los sectores sociales y políticos, empresariales y civiles interesados en crear las condiciones para la reconciliación y convivencia entre todos los colombianos y colombianas.
¡Al Polo no le interesa ganar la guerra!
¡A nosotros los del Polo nos interesa ganar la paz para Colombia!
Es ese el compromiso que tenemos:
Desterrar la violencia, el odio y la discriminación.
Desterrar el hambre, el desempleo, la ignorancia y la injusticia.
Recuperar la ética y expandir la solidaridad
Conquistar la soberanía plena para resolver los problemas de Colombia, a la colombiana.
Realizar, de la mano de los pueblos revolucionarios de la República Bolivariana de Venezuela, del Ecuador, De Nicaragua, de Bolivia, de Chile, de Uruguay, de Argentina, de Brasil, en fin, del continente entero, el sueño de Bolívar: La Unidad Latinoamericana.
¡Arriba la esperanza que el futuro nos pertenece!
¡Viva el Polo democrático Alternativo!
¡Viva Colombia!