¿QUEQUÉ? /
El presidente Gustavo Petro felicitó a “quienes por fin lograron que no sea un espectáculo la muerte”.
La Cámara de Representantes aprobó el pasado martes 28 de mayo el proyecto de ley que prohíbe las corridas de toros en todo el país.
La decisión del cuerpo legislativo en su último debate sobre la iniciativa fue celebrada por el presidente Petro, quien se pronunció desde su cuenta de la red social X apenas se conoció la aprobación del proyecto que prohíbe no solo las corridas de toros, sino también las novilladas, el rejoneo y otras actividades relacionadas a la tauromaquia.
La votación en el pleno de la Cámara resultó con 93 votos positivos y solo dos en rechazo. Ahora el proyecto pasa a conciliación porque los textos aprobados en el Senado y en la Cámara son diferentes. Si se concreta ese trámite, la iniciativa quedará en manos del Poder Ejecutivo para su sanción definitiva.
🚨 ATENCIÓN 🚨
Acaba de ser aprobado en último debate en la #PlenariaCámara el proyecto de ley que prohíbe las corridas de toros en Colombia, con 93 votos por el Sí y 2 votos por el No.
El proyecto pasará a sanción presidencial 🐂. pic.twitter.com/SudXCHeMA7
— Cámara de Representantes de Colombia (@CamaraColombia) May 28, 2024
“Quienes se divierten con la muerte de animales terminarán divirtiéndose con la muerte de seres humanos; como los que queman libros terminarán quemando seres humanos”, afirmó el presidente Petro.
Animal sintiente
Por su parte, la representante del Pacto Histórico, María Fernanda Carrascal Rojas, coautora del proyecto de ley, recordó que la Corte Constitucional considera que las corridas de toros solo se pueden hacer en municipios donde son tradición ininterrumpida y solo en época de la festividad, algo que ocurre de manera esporádica y “no es decisivo para la economía de esas regiones ni para el país”.
Asimismo, recordó que no existe una medición oficial de los ingresos generados en esos municipios, y que “como todo ser vivo, el toro es un animal sintiente”.
La iniciativa legal contempla además la transformación de las plazas de toros en espacios culturales y la ocupación laboral de las personas que subsisten de la cultura taurina. Para este proceso, establece un período de tres años.