AL PUNTO /
El vertedero de la Comuna 13 de la capital antioqueña ha sido señalado por décadas como un lugar que distintos actores armados han utilizado para ocultar cuerpos.
El pasado miércoles 18 de diciembre será recordado por las madres buscadoras de la Comuna 13 de Medellín como el día en el que se demostró que no estaban equivocadas, pues Federico Gutiérrez, durante su primera Alcaldía las tildó de “locas”. El hallazgo de restos humanos en el sector conocido como La Escombrera les da la razón, después de décadas de insistir en que el vertedero había sido utilizado por los distintos actores armados que han operado en la zona para enterrar a sus víctimas. Era una verdad respaldada por testimonios de paramilitares desmovilizados y registros fotográficos, pero controvertida hasta que no se encontrara una prueba.
De allí el significado del logro que comparten la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), dos instituciones creadas por el Acuerdo de Paz con las FARC de 2016, y parte de un sistema más amplio que busca conocer la verdad de los delitos cometidos en 40 años de conflicto armado.
Este hallazgo marca un hito en la lucha de las víctimas de la Comuna 13, revelando décadas de omisión institucional y reavivando la búsqueda de justicia.
Tras 22 años de dolor, lucha y persistencia, las familias de las víctimas de desaparición forzada en la Comuna 13 de Medellín han logrado un hito histórico. El 18 de diciembre de 2024, la Justicia Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) confirmaron el hallazgo de restos óseos en La Escombrera, un lugar emblemático de la violencia que marcó a esta zona durante el conflicto armado.
El descubrimiento no solo revive la esperanza de cientos de familias que buscan respuestas, sino que también pone en evidencia la falta de apoyo institucional que marcó este proceso durante años. Según Luz Helena Galeano Laverde, vocera de Mujeres Caminando por la Verdad y quien busca a su esposo desaparecido, “este hallazgo demuestra que nunca estuvimos equivocadas, que siempre dijimos la verdad, aunque nos llamaran locas”.
Galeano no ocultó su frustración al recordar cómo las primeras excavaciones realizadas en 2015, que no arrojaron resultados, se quedaron sin continuidad. En sus palabras, esto se debió a la actitud de Federico Gutiérrez, quien, durante su primera Alcaldía, desestimó las demandas de las víctimas. “Dijo que ahí no íbamos a encontrar nada y nos tildaron de locas. Hoy, con este hallazgo, queda claro que las víctimas siempre tuvimos la razón”, expresó.
La Escombrera, ubicada en la parte alta de San Javier, ha sido señalada durante años como una de las fosas comunes más grandes de América Latina. Bajo toneladas de escombros y tierra, se cree que hay cuerpos de al menos 140 personas desaparecidas de la Comuna 13, víctimas del conflicto armado que alcanzó su punto crítico durante las operaciones Mariscal y Orión a inicios de la década de 2000.
El hallazgo, logrado tras 146 días de trabajo forense, es una victoria para las madres, esposas y familiares que nunca dejaron de buscar justicia, a pesar de la indiferencia institucional. Margarita Restrepo, lideresa comunitaria, describió este momento como “una mezcla de alegría y dolor”, pero advirtió: “No pararemos hasta que se recuperen todos los cuerpos”.
Las palabras de las víctimas dejan claro que la falta de apoyo durante años no fue casual. La administración de Federico Gutiérrez, quien vuelve a ser alcalde de Medellín, tuvo un papel crucial en el estancamiento de los procesos de búsqueda. Durante su primer mandato, las labores en La Escombrera se paralizaron y las demandas de las víctimas fueron desestimadas.
Este historial resurge con fuerza tras el anuncio del hallazgo, obligando a reflexionar sobre el impacto de las decisiones políticas en los derechos de las víctimas. Mientras la JEP y la UBPD celebran un avance significativo en la búsqueda de verdad, el eco de las omisiones del pasado sigue siendo un recordatorio de la deuda histórica con la Comuna 13.
Para las víctimas, el hallazgo en La Escombrera representa un logro inmenso, pero no el final de su lucha. Más de 500 personas siguen desaparecidas en la zona, y la búsqueda continúa. Luz Janeth Forero, directora de la UBPD, aseguró que el cronograma de excavación avanza según lo planeado, con un progreso del 86 %.
“Este es solo el comienzo”, afirmó Galeano. “Seguiremos exigiendo justicia, verdad y reparación, porque las víctimas no pueden seguir siendo ignoradas”, puntualizó.