Han sido innumerables los incumplimientos por parte de la administración distrital de Enrique Peñalosa para garantizar un ambiente sano a los habitantes de los sectores de Chuniza, Monteblanco, La Aurora en la Localidad de Usme, Pasquilla, Mochuelo Bajo y Alto en la zona rural de Ciudad Bolívar debido a los impactos negativos que deben enfrentar día a día por encontrase en el área de influencia del Relleno Sanitario doña Juana, denunció el concejal Celio Nieves Herrera.
El cabildante recordó que estas comunidades han sufrido las adversidades de vivir cerca a este relleno por casi treinta años, las cuales además, constantemente experimentan las consecuencias de los olores ofensivos que produce la descomposición de los residuos alterando su calidad de vida. Ello ha repercutido en la afectación de la salud de millares de vecinos que deben soportar enfermedades respiratorias y gástricas, problemas de piel, irritación en los ojos y vías respiratorias superiores. Otro aspecto, no menos importante, es la proliferación de vectores como roedores, moscas y cucarachas. En este sector se han presentado otras situaciones que también han puesto en riesgo a los pobladores de Usme y Ciudad Bolívar, como los deslizamientos presentados en septiembre de 1997 con cerca de 2000 familias indemnizadas por los daños ocasionados y octubre de 2015 donde 6.000 toneladas de residuos quedaron expuestas al aire libre, produciendo emergencias sanitarias.
No es extraño que las comunidades vecinas lleven algunos días protestando, pues sus quejas han sido constantes y manifiestan que el operador del relleno, Consorcio CGR (Centro de Gerenciamiento de Residuos), la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, la Secretaría Distrital de Ambiente y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) no han tomado medidas contundentes para mejorar la operatividad y controlar los pasivos ambientales que este ha producido.
Nieves Herrera rechazó la intervención violenta de uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía quienes han buscado dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos, bombas de aturdimiento y reteniendo a campesinos y menores de edad.
Dijo que espera de la administración soluciones contundentes, así como una intervención enmarcada en el diálogo y la generación de propuestas que conduzcan al cierre definitivo de Doña Juana, así como a implementación de alternativas para el manejo de los residuos y el desarrollo de políticas enfocadas en la prevención y la reducción en la generación de los mismos, teniendo en cuenta que son menos de 5 años de vida útil los que le quedan a este relleno.