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¿Es probable en sociedades fragmentadas como las de Latinoamérica conseguir romper el establishment sustentado en el dominio oligárquico de herméticos grupos tradicionales que dominan la economía y la política de un país mediante la creación de un frente en que convivieran socialistas, comunistas, socialdemócratas, demócrata cristianos, nacionalistas de izquierdas y la diversidad de movimientos sociales? La interesante experiencia se logró cristalizar en Uruguay, hace 53 años, en febrero de 1971, con la creación del Frente Amplio que ha gobernado el país en tres oportunidades con líderes referentes como Tabaré Vázquez (2005-2010 y 20015-2020) y José ‘Pepe’ Mujica (2010-2015). Y ahora, en las elecciones del 27 de octubre próximo se apresta a ganarlas, o por lo menos eso es lo que indican todas las encuestas, ante la frustración del corrupto gobierno que lidera el neoliberal y ultraconservador mandatario Luis Lacalle Pou.
Sobre la exitosa experiencia de esta sugerente unidad de unidades que es el Frente Amplio de Uruguay, su génesis, organización y los retos electorales en el presente, disertó virtualmente el pasado 29 de mayo, la diputada de esta formación política Bettiana Díaz, en el marco de la conferencia inaugural del espacio ‘Tertulias unitarias’, promovido y organizado por el sector Unitarios del Pacto Histórico que integran el Partido Todos Somos Colombia (TSC), Comunes, el Partido del Trabajo de Colombia (PTC), el Partido Ecologista Colombiano, el Movimiento de Integración Democrática (MID) y Esperanza Democrática. Participa como observadora la formación Fuerza Ciudadana y vienen acompañando las actividades de este sector político líderes del movimiento comunal.
La apertura del evento político-académico estuvo a cargo de la senadora del Pacto Histórico, Clara López Obregón, quien destacó el proceso de participación, diálogo, consenso, pensamiento y acción que ha caracterizado al Frente Amplio en sus más de cinco décadas de existencia hasta tal punto de consolidarse como la primera fuerza política del Uruguay, arrebatándoles la hegemonía a las dos grandes formaciones tradicionales, Partido Colorado y Partido Nacional, que se habían repartido el poder durante más de 100 años.
Conjunción de movimiento social y sectores políticos
La diputada Díaz comenzó su disertación dando el contexto respecto de los orígenes del Frente Amplio. Explicó que su fundación sintetiza un proceso de unidad de diversos sectores políticos y sociales que se conjugan en el Congreso del Pueblo, la unidad sindical con la conformación de una central sindical única (PIT-CNT) llegando a la unidad política con la fundación del Frente Amplio, que se define como coalición y movimiento, incluyendo al conjunto de sectores políticos que lo componen -partidos, movimientos y agrupaciones- junto a toda la red de militantes nucleados en comités de base y organizaciones departamentales. Cuando se dan los primeros pasos para su concreción como frente político, los sectores progresistas y de izquierda en Uruguay estaban muy influenciados por el Mayo del 68 francés.
Su concepción ideológica se caracteriza por ser artiguista (reivindica el pensamiento del héroe nacional José Gervasio Artigas), progresista, popular, democrática, antioligárquica, antiimperialista, antirracista y antipatriarcal, ubicándose claramente en la izquierda del espectro político.
Durante la larga dictadura uruguaya (junio de 1973-marzo de 1985), el Frente Amplio debió soportar los embates del autoritarismo y aunque fue proscrito y prohibidas todas sus actividades, logró sobreaguar y salir adelante.
Debilidad del bipartidismo
En Uruguay parecía imposible terminar con más de un siglo de dominio bipartidista (partidos Colorado y Nacional). Los primeros síntomas de debilidad de este contubernio político llegaron con la irrupción del Frente Amplio, en 1971, cuando se celebraron elecciones generales y los recién llegados consiguieron el 18 % de los votos. Pero esa alegría no duraría mucho: Uruguay sufrió un golpe de Estado cívico-militar en 1973 que se prolongaría hasta 1985 sumiendo al país en el periodo más gris de toda su historia caracterizado por una dura represión.
Una vez recuperada la democracia, el Frente Amplio fue ganando fuerza y acumulando votos hasta que ganó la Presidencia de la República en las elecciones generales de 2004 con el médico y exintendente de Montevideo, Tabaré Vázquez
En el lapso comprendido entre 1984 y 2004 se observa un crecimiento constante de la izquierda y un decrecimiento igualmente de los partidos tradicionales. El Frente Amplio pasa de un 22 % en 1984 a un 52 % en el 2004, cuando gana Tabaré Vázquez en primera vuelta y con mayorías absolutas, algo que blancos y colorados creyeron que nunca ocurriría.
Unidad en la diversidad
La diputada Bettiana Díaz destaca que uno de los rasgos distintivos de la organización del Frente Amplio es la convivencia múltiple de sectores que no obstante sus diversas posiciones políticas logran tramitar sus diferencias a partir del diálogo democrático, el respeto a los reglamentos y el consenso.
La capacidad de administrar esas diferencias, señala la diputada del Frente Amplio, ha preservado la unidad en la diversidad que ha sido la fórmula de la convivencia.
Integración
Actualmente, el Frente Amplio está integrado por 35 organizaciones tanto políticas como sociales, hace presencia en todos los departamentos y localidades del Uruguay estructurándose a través de los denominados comités de bases.
Su estructura está representada por el 50 % de los sectores políticos y el otro 50 % por los movimientos sociales, además en ella existe paridad de género.
Su órgano rector es el Congreso Nacional, cuya deliberación se realiza cada 30 meses y el funcionamiento como colectividad es mediante la operatividad de comisiones centrales (comités temáticos).
En el último Congreso del Frente Amplio participaron más de nueve mil personas entre dirigentes y militantes. Las discusiones políticas que se dan en el seno de las estructuras directivas de la organización no solo se quedan ahí sino que en un ejercicio de pedagogía política se llevan a los territorios.
El legado de gobierno del Frente Amplio
La diputada Díaz durante su conferencia destacó que durante los tres gobiernos liderados por el Frente Amplio, es decir, en un lapso de 15 años, el Uruguay redujo los niveles de pobreza, mejoró los índices de seguridad ciudadana, se amplió la garantía de derechos como salud y educación, la economía se fortaleció y llegaron leyes sociales referentes en América Latina, como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la legalización de la marihuana.
El reto ahora son los comicios presidenciales del próximo mes de octubre. En la interna del Frente Amplio se disputan la nominación de candidato único el exintendente de Canelones, Yamandú Orsi; la intendenta de Montevideo Carolina Cosse; y el intendente de Salto, Andrés Lima.
Una gran lección: senadora Clara López
Al cierre de la actividad político-académica, la senadora Clara López señaló que la experiencia del Frente Amplio del Uruguay constituye una gran lección para procesos unitarios de izquierda y progresistas como el que se viene dando en Colombia en pro de lograr una amplia convergencia.
La intervención de la congresista en el siguiente video:
Ejemplo a seguir
La experiencia del Frente Amplio es de suma importancia en la actual coyuntura colombiana por cuanto el Pacto Histórico y sectores sociales progresistas avanzan en la concreción de una amplia formación política que constituya una herramienta para continuar promoviendo las reformas sociales que impulsa el Gobierno del presidente Gustavo Petro así como encarar las próximas contiendas electorales.