La Silla Vacía
Con ocasión de la X Conferencia de las Farc, el portal web La Silla Vacía conoció el documento que están discutiendo los guerrilleros y que de ser aprobado –como lo será- constituye la hoja de ruta para el futuro de esta guerrilla. Son 32 páginas y 30 “tesis”, que condensan su interpretación del Acuerdo firmado con el Gobierno y sus planes a corto y mediano plazo. De su lectura quedan claras tres cosas: que las Farc está decidida a abandonar la lucha armada; que las Farc no abandona su objetivo de llegar al poder por la vía política y cambiar el régimen capitalista; que las Farc consideran que no existe la más remota posibilidad de renegociar el Acuerdo si gana el No.
Estas son las principales conclusiones:
1
Las Farc están decididas a dejar las armas
Su compromiso de abandonar la lucha armada es explícito y contundente a lo largo de todo el documento. “Se ha alcanzado un cierre digno de nuestra experiencia de rebelión armada, que inaugura una nueva etapa histórica para la sociedad colombiana y para nosotros, a fin de dar continuidad a nuestra lucha y a nuestras aspiraciones por la vía exclusivamente política, en el contexto del inicio del difícil proceso de construcción conflictiva de una paz estable y duradera. Con la suscripción del Acuerdo Final el pasado 24 de agosto se cierra para nosotros de manera exitosa un largo ciclo de guerra que no deseamos”, dice el texto.
2
No ven ninguna posibilidad de renegociar el acuerdo
“No contemplamos en absoluto la renegociación de un acuerdo cerrado y construido con tanto cuidado. No hay otro posible; como no lo fue en el pasado,” dice la tesis 23 del texto. No específica qué harían si gana el No pero es contundente su posición de que no reabrirían la negociación.
3
Las Farc quieren que la Historia reivindique su lucha armada
Si bien en el documento queda claro que las Farc llegó a la conclusión de que no había forma de alcanzar el poder por la vía armada, no está arrepentida de haberlas usado. “El Acuerdo Final es una demostración de la validez de nuestro alzamiento armado por 52 años. Gracias a él ha sido posible dejar sentadas las bases para abrir un campo de reformas que en otras condiciones difícilmente se hubiera podido alcanzar, dadas las características de la organización del poder y la dominación en nuestro país”, dice el documento en uno de sus apartes.
“Las armas nos han dado el poder de la resistencia, del honor y de la dignidad; han sido nuestra compañía inseparable por décadas de lucha y gracias a ellas ha sido posible el Acuerdo Final de solución política”, agrega otra tesis.
Para lograr esta reivindicación, quieren incidir en la futura memoria histórica del conflicto.
Lo dicen sobre la Comisión de la Verdad: “la historia del conflicto tendrá la garantía de no ser una historia oficial, sino de ofrecer una visión integral y plural, a la que se suman las numerosas investigaciones académicas y de organizaciones y movimientos políticos y sociales”, en la tesis 12; o sobre los monumentos que se harán con sus armas: “sembrar en tierra colombiana la memoria de nuestro alzamiento y la gloria a nuestras víctimas”, en la16.
4
Mantienen su lucha revolucionaria por la vía política
Las Farc ven el Acuerdo como un paso más en su confrontación con el Establecimiento. Ahora sin armas.
“Con el acuerdo de solución política consideramos que se dan las condiciones mínimas requeridas para producir nuestro tránsito a la vida política legal y proseguir la brega por nuestras aspiraciones estratégicas de superación del orden social capitalista vigente en el país”, dice una de las tesis.
“Nos seguiremos orientando por un ideario inspirado en el marxismo, el leninismo, el pensamiento emancipatorio bolivariano y, en general, en las fuentes del pensamiento crítico y revolucionario de los pueblos.
Con el Acuerdo final no asistimos al fin del conflicto que es inherente al orden social capitalista, sino a la continuidad de la lucha social y de clases, y a la terminación de la expresión armada del conflicto en el caso de las FARC-EP, que con el tránsito a organización política legal proseguirán su brega por las transformaciones estructurales hacia un nuevo orden social de democracia verdadera y justicia social”, agregan.
5
Su principal apuesta es garantizar que se cumpla al Acuerdo
Aunque el Acuerdo de Paz es muy detallado, hay un campo no solo para su incumplimiento sino también para la interpretación del alcance de lo pactado. Las Farc parecen muy conscientes de eso y se preparan para dar esa batalla política.
“Así es que el Acuerdo final y sobre todo su implementación, representan un campo abierto de lucha que contiene la opción del cambio y la transformación, pero también la posibilidad de la preservación renovada del Establecimiento. La tarea histórica que se nos viene encima es hacer germinar la semilla del Acuerdo final para continuar avanzando hacia el logro de nuestras mayores aspiraciones estratégicas.”
6
Aceptan que no se logró una verdadera reforma agraria
Mientras los promotores del No temen que las tierras bien habidas vayan a ser expropiadas, los guerrilleros manifiestan cierta frustración por no haber logrado la reforma rural que querían.
“Sin haber logrado los propósitos de una reforma revolucionaria agraria integral, que supere la escandalosa concentración de la propiedad sobre la tierra y el modelo imperante de los grandes agro negocios, se convino la realización de un catastro rural durante los próximos siete años, que será una herramienta de suma importancia no sólo para aclarar las relaciones de propiedad ensombrecidas por la guerra y el despojo violento, sino para una más precisa definición de los usos de la tierra, para el castigo al uso improductivo con impuestos, especialmente al latifundio ganadero, y para el cierre de la frontera agrícola. Asimismo, se dio un paso importante para el fortalecimiento de la propiedad campesina”, dice el texto.
Y reconocen que seguirán movilizándose para lograr el régimen agrario con el que sueñan. “Queda siembra para la verdadera reforma rural y agraria integral a la que hemos aspirado históricamente y para un ordenamiento democrático, participativo y sostenible socio-ambientalmente del territorio. A ello se opondrá, desde luego la dimensión estructural vigente de la relación de propiedad basada en la concentración y el modelo económico de extracción minero-energética y de agronegocios. No habrá fin del conflicto agrario”
7
Se niegan a verse como narcotraficantes
En drogas, más allá de rescatar el cambio de enfoque la lucha contra las drogas, tanto en lo que tiene que ver con la producción como con el consumo, su ‘tesis’ en este punto es puro defensiva.
Dice que la negociación “puso de presente la falacia acerca de las FARC-EP como un cartel del narcotráfico y evidenció que las intervenciones regulatorias puntuales de nuestra parte en esa cadena de valor, especialmente a través de la tributación, lo han sido para la financiación de la rebelión y no para desarrollar una industria criminal con fines de enriquecimiento”.
8
Abren espacio para una alianza política amplia con miras al 2018
Una de las dudas que existe frente a las Farc es si para el 2018 irán con un candidato propio o como parte de una coalición más amplia. De sus ‘tesis’ se infiere que están pensando más en lo segundo.
“La posibilidad de materialización de ese ciclo (reformista), demanda la existencia de un poder y una fuerza social con capacidad de hacerlo efectivo, que estamos obligados a contribuir a construir “, dicen en la tesis 26. La tesis 28 dice que “No hay perspectiva política como opción de poder si los esfuerzos de unidad se limitan a las valiosas expresiones organizativas y procesos existentes, incluidas nuestras fuerzas” y del mandato que debe dejar la conferencia, concluye que se debe hacer un congreso que cree su partido e incluya una “plataforma política para la confluencia en un bloque popular alternativo o en un movimiento de movimientos”.
Plantea como una de sus tres “batallas” la “unidad del campo popular, de los sectores democráticos, progresistas y revolucionarios.[…] Estamos dispuestos y abiertos a abordar las discusiones para construir los consensos necesarios…”.
“Si se contempla que el Acuerdo Final puede abrir el camino de una transición política debe considerarse la posibilidad de unir esfuerzos hacia un “Gobierno de construcción de paz y reconciliación nacional”.”
9
Le apuestan a construir el poder “desde abajo”
En su documento, las Farc reconocen que tienen organizaciones sociales propias, que serán claves para llegar al poder.
“Nuestra experiencia de décadas de lucha nos ha enseñado que al tiempo que se lucha por el poder, es necesaria una construcción social del poder “desde abajo”. Eso es lo que hemos hecho cuando hemos promovido e impulsado procesos organizativos territoriales basados en la democracia directa, autogestionaria y comunitaria.
En la conjunción de la construcción de nuevo poder social y la conquista de posiciones en el poder establecido, incluida la perspectiva de ser gobierno, es que concebimos nuestro tránsito hacia la vida política legal en condición de nuevo partido o movimiento político.”, dice la tesis 29.
Aunque su punto de partida es el campo, definen explícitamente que su “segunda batalla” es lograr el respaldo en los centros urbanos.
“Tras décadas de estigmatización y continuo falseamiento de nuestra historia y de nuestro accionar, tendremos la posibilidad de establecer otro tipo de relacionamiento y de interlocución con las grandes mayorías, distinto al de la guerra, y así ofrecer y compartir nuestra visión y propuesta de país. Se acerca lo que bien podríamos llamar una “batalla de ideas”
Ha llegado el tiempo de desnudar el régimen de dominación de clase existente, sin los ropajes y disculpas de la confrontación armada y de la guerrilla como causante de los males y problemas que campean a lo largo y ancho del país.”
10
Están dispuestos a pagar sus condenas y cumplirle a las víctimas
Muchos colombianos dudan que las Farc vayan a pagar condenas o hacer algo por sus víctimas. Sin embargo, el texto sometido a discusión en esta Conferencia deja una impresión diferente:
“El Acuerdo Final demuestra el indeclinable compromiso de las FARC-EP con las víctimas del conflicto […] El Acuerdo es demostrativo además de nuestra determinación de asumir las responsabilidades que nos corresponden.
Sobre la base del acuerdo del indulto y la más amplia amnistía posible como está previsto en la normatividad internacional, nos hemos comprometido a acudir a la JEP a ofrecer nuestra verdad sobre los hechos del conflicto de los que ella se ocupa, a asumir las responsabilidades en lo que nos corresponda, y a aceptar las sanciones que ella imponga, si a ello hubiere lugar.
De la misma manera, esperamos que acudan y se pongan a disposición de la JEP todos quienes de manera directa o indirecta, sean civiles o militares, han intervenido en el conflicto. Sólo así será posible superar la impunidad, hacer efectivo el derecho de las víctimas a la verdad y garantizar un genuino ejercicio de justicia.”
11
Las Farc esperan mantenerse unidas
Como las Farc aspira a mantener su lucha revolucionaria en la arena política, sus planes van orientados a mantenerse unida como grupo. Y en ese futuro, el rol de Ecomun, la cooperativa que se crea en los Acuerdos parece fundamental.
“El desistimiento del alzamiento armado no conduce a nuestra desmovilización; se trata de más bien de un acontecimiento que nos encauza hacia un nuevo tipo de movilización y accionar político, entendidos como expresión de nuestra indeclinable decisión y voluntad política colectiva”, dice la tesis 25.
12
Creen que en la Habana sí se transformó la Constitución
En su tesis 20 le dan la razón al uribismo en que en La Habana se “refundó la patria”, si por eso se entiende cambiar la Constitución. “Bien puede afirmarse que la Mesa de La Habana ha desempeñado una función constituyente y ha transformado para bien del pueblo colombiano el orden constitucional vigente”.
13
Insisten en la Constituyente
Algo que no es nuevo pero en el documento queda claro que las Farc seguirá impulsando la idea de una Asamblea Constituyente, apoyándose en movilizaciones sociales con el mismo objetivo.
“Nuestros propósitos de persistir en impulsar un proceso constituyente abierto, una de cuyas estaciones necesarias tendrá que ser una Asamblea Nacional Constituyente (…) Sin que se haya convenido explícitamente en el Acuerdo Final la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, sí ha quedado el compromiso de promover un gran acuerdo político nacional que por su contenido debe interpretarse como un paso en esa dirección.
Para que se consolide la perspectiva de un proceso constituyente, será necesario que desate un amplio movimiento político y social que se trace ese propósito.”, dice la tesis 20.
14
El día ‘D’ para ellos es la aprobación de la amnistía
Tal y como redactan el documento, pareciera que contrario a lo que quedó en el Acuerdo que fija como día ‘D’ la firma del Acuerdo Final el próximo lunes, las Farc entienden la aprobación de la ley de amnistía como requisito previo para la concentración.
“Los actos de refrendación del Acuerdo Final constituyen una condición necesaria para su entrada en vigor y para que se pueda surtir el trámite y la aprobación de la Ley de Amnistía e Indulto y de Tratamientos Penales Especiales, a fin de que se dé inicio al proceso de localización de nuestra fuerza guerrillera en las Zonas Veredales Transitorias de Normalización”, dice la tesis 21; “Con la aprobación de la Ley de Amnistía e Indulto y tratamientos penales especiales, nos localizamos en las ZVTN”, explica la 24.
Parece que estiman que esa ley sale en octubre, seguramente calculando los tiempos del fast track, a juzgar por la fecha de abril del 2017 que dan para el final de los 180 días, después de los cuales deben estar desarmados y reincorporados a la vida civil (tesis 24).
15
Le están haciendo fuerza al Sí
Aunque durante la negociación en La Habana, las Farc primero se opuso a la refrendación vía plebiscito por considerarla una medida unilateral y luego parecía desestimarla, en este documento queda claro que para la guerrilla un triunfo abrumador del Sí es de vital importancia. Y que además están confiados en que se logrará.
“Tenemos el convencimiento de un potente acto de legitimación política del Acuerdo Final por parte del pueblo colombiano. De esa manera, lo acordado en La Habana tendrá un mayor blindaje para su implementación”, dice una de sus últimas tesis.
“Aunque por esa vía se aprobará o improbará popularmente el Acuerdo Final, en sentido estricto la que se está definiendo es algo de más profundo calado: la continuidad o no de la guerra; la perspectiva de construcción o no de una paz estable y duradera. Frente a una determinación con semejantes implicaciones, tenemos la confianza en una respuesta masiva y contundente del pueblo colombiano a favor del Sí”.