Por Gustavo Pérez Ramírez
Los indígenas wayuu de la Guajira se han dirigido al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, con el apoyo de miles de firmas solidarias de ciudadanos del mundo, contra la multinacional El Cerrejón, la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo, que quiere desviar el arroyo Bruno, importante fuente hídrica, con el fin de extraer más de 35 millones de toneladas de carbón que hay en su lecho.
En la misiva se le pide al mandatario que detenga que El Cerrejón active los permisos que ha recibido del Gobierno para el desvío; entre otros de Corpoguajira, máxima autoridad ambiental y la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
“Para nosotros, el arroyo Bruno significa la vida y la posibilidad de permanecer en nuestro territorio viviendo con nuestras familias y animales en medio de la flora y fauna que habita en los alrededores y hoy nos enfrentamos a la posibilidad de quedarnos sin nuestro arroyo que proporciona agua a los municipios de Albania y Maicao y a 4 comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas. Además de ser uno de los principales afluentes del único gran río que posee la Guajira que es el río Ranchería.
El arroyo Bruno es nuestra fuente principal de vida.
Durante los últimos 30 años en La Guajira hemos sufrido los dolorosos impactos que ha dejado El Cerrejón. Nuestro territorio ha sido despojado y nuestros arroyos uno a uno han sido desviados, secados y contaminados por la minería.
El presidente Santos ha pedido a los colombianos que ahorremos agua debido a la sequía generada por el fenómeno El Niño. Que todas las personas que lean esta petición sepan que en La Guajira una persona tiene que vivir con menos de 1 litro de agua no tratada al día, mientras la mina usa más de 17 millones de litros diarios, solo para regar las vías por las que transitan sus volquetas.
Hoy acudimos a la ayuda del mundo para que entre todos le exijamos al presidente de Colombia que detenga ahora mismo el desvío de nuestro arroyo Bruno”.
La Corte Constitucional de Colombia debía decidir si se suspenden dichos trabajos, por una tutela interpuesta por una lideresa indígena, quien argumenta que cambiar el cauce del arroyo afectaría de forma irreparable los derechos fundamentales de las comunidades wayuu, amenazaría su capacidad de supervivencia y se acabaría con el ecosistema.
A finales de 2016 el alto tribunal ratificó la decisión del Tribunal Administrativo de la Guajira de frenar el desvío del arroyo Bruno, hasta que no se haga una consulta popular sobre este proyecto.
Es una lucha David contra Goliat-El Cerrejón, que ha impugnado el fallo asegurando que el desvío de los últimos 3,6 km del arroyo no afectaría el caudal del mismo, por lo que el riesgo de una sequía tras esta operación es infundado. Se sabe que la operación le permitiría a la gigante minera hacerse con 170 hectáreas adicionales de territorio, con más de 35 millones de toneladas de carbón. Presa que no soltará fácilmente, razón por la cual apelamos a su firma solidaria.
El Telégrafo, Ecuador.