diciembre 2, 2024 11:54 pm
Macron se rehusó a nombrar Primera ministra de Francia a Lucie Castets de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular, en una movida que niega la alternancia política

Macron se rehusó a nombrar Primera ministra de Francia a Lucie Castets de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular, en una movida que niega la alternancia política

El mandatario francés Emmanuel Macron se negó a nombrar a la economista Lucie Castets, de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular, como Primera ministra.

OBSERVATORIO DE FRANCIA /

El Observatorio alerta sobre la subversión de la democracia por parte del presidente francés Emmanuel Macron.

Marcron se rehusó a nombrar Primera ministra de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular, en una movida que niega la alternancia en el poder. Es una medida que rompe la tradición de la Quinta República y muestra que las elecciones les sirven solo cuando gana el llamado centro o la derecha. La economista y activista por los servicios públicos Lucie Castets fue la candidata vetada.

De esta manera, el mandatario galo subvierte los resultados de las elecciones parlamentarias de Francia y bloquea el nombramiento de un Primer ministro de izquierda.

Las elecciones parlamentarias de junio colocaron a la recién formada coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) en primer lugar, seguida por la alianza Ensemble (Juntos) del presidente Macron y la extrema derecha Agrupación Nacional en tercer lugar.

El bonapartista mandatario francés Emmanuel Macron.

Sin embargo, en flagrante desprecio por los resultados electorales y el precedente establecido en toda la Quinta República Francesa, el presidente Macron se ha negado ahora a nombrar Primera ministra a la candidata elegida por la coalición ganadora, Lucie Castets.

La medida del primer mandatario francés es un desafío directo a la voluntad democrática del pueblo y una afrenta a los principios fundamentales del pluralismo político.

En Francia, las elecciones parlamentarias suelen seguir a la elección presidencial, ambas inicialmente previstas para 2027. Sin embargo, en un anuncio sorprendente en mayo de 2024, el presidente Macron convocó elecciones anticipadas, con la esperanza de evitar el ascenso de la extrema derecha en el Parlamento Europeo y apuntalar su propio gobierno. La apuesta fracasó, entregando la victoria al NFP y obligando a Macron a nombrar un nuevo Primer ministro entre sus filas.

Sin embargo, desde la votación del 7 de julio, un gobierno interino ha liderado Francia, con Macron citando los Juegos Olímpicos de París como motivo para retrasar la cita.

Tras una ronda de conversaciones con los líderes del centrista Ensemble (Juntos) y del derechista Agrupación Nacional, Macron rechazó la elección de la coalición de izquierda para Primer ministro. Afirmó que un gobierno de izquierda “sería inmediatamente censurado por todos los demás grupos representados en la Asamblea Nacional” y “la estabilidad institucional de nuestro país requiere, por tanto, que no elijamos esta opción”.

Lucie Castets

Esta acción no es simplemente una maniobra política para mantenerse en el poder, sino un ataque directo a las fuerzas progresistas francesas. Los líderes de la ultraderecha Marine le Pen y Jordan Bardella describieron al NFP como un “peligro” para Francia, y los líderes de ambas coaliciones han prometido presentar una moción de censura contra cualquier Primer ministro nominado por la coalición de izquierda.

Macron ha hecho denodados esfuerzos para aislar a la agrupación de izquierda Francia Insumisa (LFI), que obtuvo la mayor cantidad de escaños de los cuatro de la coalición ganadora. En una siniestra medida de divide y vencerás, apeló a tres de los cuatro partidos de izquierda (los socialistas, los verdes y los comunistas) para romper la parálisis política. No invitó al LFI.

No obstante, los tres partidos se negaron a separarse y se mantuvieron firmes en su coalición. El líder socialista Olivier Faure afirmó que no sería “cómplice de una parodia de la democracia”, mientras que Marine Tondelier, de los Verdes, declaró que no podían “continuar con este circo, esta consulta simulada”.

La democracia prospera gracias a la diversidad de ideas y a la transición pacífica del poder. El intento de sofocar la competencia política y subvertir el proceso democrático es un ataque directo a estos valores fundamentales.

El Observatorio de Francia emite esta alerta como un llamado a las fuerzas democráticas de todo el mundo para que se opongan a los esfuerzos autoritarios de Emmanuel Macron para reprimir la voluntad del pueblo francés y se unan al llamado a la movilización del 7 de septiembre para defenderla.

 

 

 

 

 

 

 

 

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