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Ante las presiones de sectores de la oposición que apuntan a que el presidente Gustavo Petro asuma una política de “intolerancia liberal” respecto de Venezuela, desconociendo la soberanía de esa nación, el primer mandatario a través de su cuenta en la red social X, hizo un contundente pronunciamiento señalando que “no hay elecciones libres bajo bloqueos económicos extranjeros”.
El Presidente colombiano se manifestó en favor del principio de autodeterminación de los pueblos y en contra de las acciones intervencionistas que “no dejan sino heridas en los pueblos que duran por generaciones”.
En contraste, la oposición de derecha frente a la posesión presidencial en Venezuela de Nicolás Maduro este viernes 10 de enero, ha pretendido que el Gobierno colombiano intervenga directamente rompiendo relaciones con Caracas en detrimento de la población fronteriza y del interés general de los dos países. Es la misma motivación de las sanciones de EE.UU. a tres docenas de países y a la Corte Penal Internacional por el caso de Israel, así como la defunción del derecho internacional.
Las pretensiones expresadas por referentes de la derecha colombiana con respecto al régimen venezolano no es más que la extinción de reglas imparciales para todos para darle paso a la imposición de la fuerza bruta.
Pronunciamiento
Los términos del pronunciamiento del presidente Petro son los siguientes:
Las “acciones contundentes” de un gobierno contra otro es lo que hemos visto en Irak, en Siria, en Libia, en Gaza, en el Líbano, en Yemén, en Ucrania, y ahora, como amenaza, contra Panamá, Dinamarca, Canadá.
Es el fin del derecho internacional y la justicia y el comienzo de la barbarie humana.
Esas acciones no dejan sino heridas en los pueblos que duran por generaciones, he visto bloqueos económicos que condenan a pueblos enteros al hambre buscando su esclavitud, ponerlos de rodillas, he visto que han dejado millones de muertos, incluidos centenares de miles de niños, mujeres y ancianos. Ha llevado a gobiernos colombianos a cometer crímenes internacionales, a bombardear territorios extranjeros, a traer instrumentos de espionaje ilegales, a asesinar fuera de nuestro territorio. a apoyar golpes de estado en los países vecinos y en el propio.
No hay elecciones libres bajo bloqueos económicos extranjeros. Un bloqueo es la máxima aniquilación del voto que deja de ser por completo libre. Es la máxima interferencia contra la libertad antes que las cadenas fisicas suenen. Fue un enorme error que países poderosos del mundo presionaran elecciones bajo bloqueo económico en América Latina.
Los problemas en América Latina los debe resolver América Latina, nuestra relación con el mundo debe ser en pie de hermandad y en pie de dignidad e igualdad.
No me exijan que ayude a bloquear a un pueblo hermano con el hambre, que será nuestra propia hambre, no me exijan que permita que el suelo colombiano se use para matar al pueblo hermano, que será nuestra propia muerte. Jamás en un demócrata y en un progresista pueden encontrar la más mínima disposición a ser el Caín de la historia, el Caín de América.
Los que permitieron asesinar 6.402 jóvenes en Colombia fusilados con balas oficiales, como a los arcadios y a los aurelianos, los que extendieron ese asesinato a los barrios populares de Bogotá en una noche triste de septiembre, herederos de aquellos que quisieron matar a Bolívar en otra noche triste de septiembre, los que condenaron las comunas populares al terror, los que dejaron que millones de campesinos fueran desplazados de sus tierras, no tienen autoridad moral para hablar de democracia.
Parece que algunos adictos a la muerte quisieran que la sangre que vemos fluir en nuestro pueblo desde los cien años de soledad, siguiera derramada por litros en el presente siglo y en los siglos que vienen. Colombia no está condenada a la muerte sino a la vida.
Mi papel no es condenar a Colombia y América del Sur y el Caribe a la sangre, sino a la Vida.
El pueblo de Venezuela libertario, soberano, ha luchado, con nosotros al lado, por libertad no por cadenas. Ese pueblo debe decidir libre, completamente libre de quienes codician petróleos, o la servidumbre de los pueblos.
El esfuerzo de Colombia, si es invitada por el pueblo venezolano, es ayudar a que el pueblo de Bolívar pueda expresarse libre y soberanamente.