POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ /
“Cerrado por extorsión”, se puede leer en un local comercial cuyos propietarios han sido afectados por este delito en un barrio del norte de Quito. Ese cartel resume la distopía que vive actualmente el Ecuador, cuyos tres últimos gobiernos de talante neoliberal hicieron trizas el Estado, su institucionalidad, afectando en grado superlativo la sólida estabilidad socioeconómica que se había logrado durante la gestión del presidente Rafael Correa Delgado (2007-2017).
Hasta la revista inglesa The Economist, la biblia del neoliberalismo mundial, en su más reciente edición, califica al Ecuador como un “nuevo naercoestado” en América Latina. Vivir en este país “se ha convertido en toda una odisea”, expresa el excanciller Ricardo Patiño Aroca, dirigente de la Revolución Ciudadana, víctima de ‘lawfare’, al igual que varios de sus compañeros de lucha política, por lo que debió salir del país por espacio de cinco años y medio.
Patiño Aroca estuvo recientemente en Bogotá acompañando a los candidatos a la Asamblea Nacional por la circunscripción Latinoamérica que realizaron actividades de acercamiento e interacción con representantes de la comunidad ecuatoriana residente en Colombia.
Con el propósito de conocer su lectura sobre la crítica realidad que vive su país, dialogamos con este economista, excanciller, exministro de Defensa y de Finanzas durante el exitoso Gobierno del presidente Correa, para la plataforma web Todossomoscolombia.org.
Destrucción sistemática del legado de la Revolución Ciudadana
¿Aunque no gusto de la expresión porque ha sido acuñada por la CIA, ante el desastre institucional y social que vive Ecuador, se puede afirmar que actualmente es un “Estado fallido”?
Sí, a mí tampoco me gusta el término porque no solamente lo utiliza la CIA sino también el Fondo Monetario y el Banco Mundial. Lo usaron contra los Estados en vías de desarrollo o subdesarrollados. Pero yo no quiero llamarle así porque realmente el Estado ecuatoriano, la sociedad ecuatoriana han vivido entre los años 2007 y el 2017 un periodo de muchísimo progreso, de equidad, de desarrollo, de florecimiento, incluso de autoestima. De una infraestructura realmente impresionante; de políticas públicas, de salud, de educación, de nuevas universidades para el futuro. O sea, esto es el Ecuador; esto ha sido el Ecuador. Yo creo que estamos en un paréntesis desastroso que comenzó con la traición de Lenín Moreno que impulsó una política neoliberal y después continuó con Guillermo Lasso. Cada uno ha tenido un periodo un poco más corto pero peor que el otro y lo que hicieron fue realmente destruir en buena medida lo que nosotros con la Revolución Ciudadana construimos, lo cual ha quedado en la mente de la gente. Demostramos que sí es posible construir un proceso de desarrollo que permita tener una visión distinta del país; que sí es posible avanzar hacia un desarrollo humano, que nosotros en nuestro país llamamos del buen vivir. Y que este paréntesis neoliberal el cual esperemos que termine a principios del próximo año nos debe obligar a los ecuatorianos a decidir electoralmente con mucha más cabeza y no tanto con las figuras que aparecen en las redes sociales en las que se hizo muy famoso Lasso con un zapatito rojo que se puso. El otro, Daniel Noboa que posaba con un cartón con su figura y ese tipo de cosas que atienden al tema de la emoción pero que no construyen realmente o no permiten visualizar hacia dónde puede ir un país. Esto es como un comentario al lado de tu preocupación…
Sí, hablemos de lo fallido y del destrozo del Estado ecuatoriano…
Yo diría que ha fallado el Estado en este tiempo. Y efectivamente los indicadores y los niveles de inseguridad, de desempleo, de la vida misma con apagones que han llegado a ser de 14 y de 16 horas así lo confirman. Sectores industriales que los han apagado por cinco días enteros. ¡Una cosa impresionante!
¿Debido fundamentalmente…?
Bueno, yo diría dos cosas… Uno, a este pensamiento neoliberal que establece que hay que reducir el tamaño del Estado, que hay que disminuir el presupuesto público. A sus promotores les encantan los auxilios para los ricos, pero el beneficio para el conjunto de la sociedad lo eliminan, reduciendo los recursos, por ejemplo, para mantenimiento de la infraestructura básica. Esta es una de las cosas que más ha afectado y que afecta en este momento al pueblo en su cotidianidad. Estar apagados casi que la mitad del día como consecuencia de que no le dieron ni mantenimiento a las centrales eléctricas, especialmente a las térmicas durante los últimos siete años: los cuatro de Moreno, los dos de Lasso y uno de Noboa. No les dieron mantenimiento a las termoeléctricas que son las que justamente se activan cuando hay algún problema de sequía. Nosotros en el Gobierno de Correa construimos 4.200 más megawatts llegando a 8.700. Cuando llegamos al Gobierno había 4.500 megawatts de potencia instalada.
Y exportaban energía…
Y tanto así que teníamos justamente ese excedente de energía que siempre se usa como reserva ante las situaciones de escasez, un problema, un accidente en alguna central, etc. que puede pasar. Con esa reserva nosotros podíamos temporalmente vender energía y le vendíamos a Colombia. En siete años ellos estos gobiernos neoliberales instalaron 121 megawatts más, o sea, nada, incumpliendo el Plan Nacional de Electrificación que todos los gobiernos independientemente de su credo político, religioso, o lo que sea, tienen que cumplirlo, porque en el caso del Ecuador, que es un país pequeño hay un crecimiento a la demanda de 300 megawatts por año. Eso obligar ir incorporando 300 megawatts o más de potencia eléctrica y preferiblemente un poco más porque la población va creciendo y se requiere por lo tanto más electricidad. En el gobierno anterior, el de Lasso, comenzaron a haber apagones esporádicos. A Noboa se lo advirtieron desde el primer día. Lo señaló su Ministra de Energía: estamos en una situación muy crítica; hay que invertir. No invirtieron un centavo hasta que ya llegó el punto en que tuvieron que apagar el país. Este es un tema gravísimo en el que se debate el Ecuador.
¿Con relación al otro tema?
El segundo es el tema de la inseguridad. Esto ha sido realmente muy sorprendente para los ecuatorianos. Para nosotros muchas cosas que sucedían en otros países no las conocíamos, como por ejemplo la extorsión o las llamadas “vacunas”. En el Ecuador no sabíamos de la existencia de eso. Los secuestros no existían en nuestro país, alguna cosa esporádica, de repente que secuestraban a alguien, pero ahora es cosa de todos los días, y no es a los más ricos del país, sino que es a cualquier persona bien posicionada económicamente. Entonces secuestran todo el tiempo. Y la incursión en las filas del Estado, en las filas de la Policía y del Ejército de los grupos de delincuencia organizada; más en la Policía que en el Ejército… Y también en la política. Han incursionado algunos grupos internacionales que han hecho que en Ecuador vivir sea una odisea.
A las personas que están en las cárceles hay que tratar de rehabilitarlas. Después de que terminó el Gobierno de la Revolución Ciudadana las cárceles se volvieron escuelas de crimen. En su interior se organizaron las bandas. En nuestro gobierno terminamos con el hacinamiento, lo dejamos en 5 %. Hicimos cárceles con una gran tecnología para que además fueran centros de rehabilitación promoviendo actividades en agricultura, artesanía, estudios universitarios. Se distribuyó a las personas privadas de la libertad por tipo de peligrosidad. Ahora qué hicieron. En este Gobierno los organizaron por bandas. Uno no puede creer: en un pabellón están los ‘lobos’; en otro, los ‘zetas’; acá los ‘zorros’; allá los ‘choneros’, y así bajo el argumento de que no haya broncas entre ellos. En los gobiernos de Moreno y Lasso se produjeron 400 asesinatos. Hubo un día en que se mataron 60 personas, descuartizados, cosas que uno no se puede imaginar. Y los Ministros del interior decían con toda desfachatez: bueno, es que se están repartiendo el territorio. El territorio que debe ser de exclusivo control del Estado. Para completar afirmaban: pero es entre ellos nomás que se matan. O sea, no importa, como son delincuentes…
La infiltración de los grupos delincuenciales en el Estado ha sido tremenda, pero en el Gobierno de Lasso, para agravar la situación, las personas más íntimas y cercanas del Presidente de la República estaban participando en los grupos de delincuencia y narcotráfico. Las bandas internacionales participan y se disputan el control del Estado. Esa es la realidad.
Pero además, desde que salimos del Gobierno se instaló una desarticulación del Estado porque lo que se hizo fue una consulta inconstitucional promovida por Moreno para crear un organismo que sustituyera a los que eran miembros de una institución que se llama el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social que se encarga de hacer concursos para la designación de autoridades de control en el país entre los cuales está por ejemplo el Consejo de la Judicatura, la Contraloría, la Procuraduría, Fiscalía, etcétera. Los pusieron ilegalmente en manos de designados por Moreno que tenía como único principio destruir al correísmo.
En Ecuador tuvieron un Luis XIV con Julio César Trujillo quien presidía ese organismo ilegal y que proclamó: “el Estado soy yo”.
Claro, él lo que dijo es que lo que decide este Consejo de Participación Ciudadana está incluso por encima de la Constitución, o sea, loco, y desarticularon todo el Estado, entre otras cosas incluso hicieron algo que en Ecuador era impensable, además porque la Constitución no lo permite, y fue descabezar a la Corte Constitucional. Es el único organismo que no puede ser incluso llamado a juicio político por la Asamblea Nacional. Todos los presidentes, vicepresidentes, ministros, todos pueden ser llamados a juicio político, menos la Corte Constitucional. Es la preservación de la interpretación constitucional. Pues descabezaron a los magistrados y pusieron a quienes les dio la gana. Designaron a una Fiscal preparada en Estados Unidos para irse contra el progresismo latinoamericano, la pusieron ahí para perseguir, y ahora están saliendo un montón de verdades con los audios del teléfono del candidato presidencial asesinado Fernando Villavicencio. Ellos se tomaron el Estado y se tomaron la función judicial.
A eso habría que agregarle que la mafia de la derecha cooptó también a la justicia… Bueno usted ha sido víctima directa de lo que se denomina ‘lawefare’…
Sí, claro… Además de mi situación particular hay casos que son más graves, por supuesto, el juicio a Correa y a Jorge Glas. A Correa lo sentencian por influjo psíquico, que en nuestra época le llamábamos telepatía. Es decir, por telepatía los ministros se imaginaban que el presidente Correa quisiera que les pidieran plata a algunos empresarios para la campaña electoral. ¿Cómo se imaginaban? ¿Por qué? Porque no tenían pruebas. Pero en el derecho, yo no soy abogado, pero he aprendido que los juicios se sentencian en función de las pruebas, no en función de las suposiciones, y peor de las telepatías. Bueno, entonces lo que han hecho es destruir el país porque todas las instituciones, todos los funcionarios que designaban, incluidos los fiscales, los miembros de los organismos como la Contraloría, las Superintendencias, han sido puestos por ellos sin cumplir ningún requisito legal. Esa es la verdad. A mí me tuvieron cinco años y medio fuera del país porque di un discurso en una reunión interna del partido diciendo vamos a luchar con la gente en las calles, y dijeron que yo estaba incitando a la delincuencia, a cometer delitos. Yo que soy un político de toda mi vida, que soy profesor universitario.
¿La denuncia en su contra la interpuso la fiscal Diana Salazar?
No, pero ella la aupó. La hicieron dos testaferros y ella la llevó adelante junto con otra gente. Y efectivamente, mientras ellos nos perseguían al mismo tiempo instruían a fiscales y jueces, diciéndoles públicamente incluso por parte de algunos funcionarios del Gobierno de Moreno que a los correístas deberían prohibirles la salida del país porque habían sido parte del Gobierno de la Revolución Ciudadana, o sea, no había ninguna consideración.
¿En esas circunstancias, usted debió salir no legalmente del Ecuador?
Yo salí legalmente del Ecuador. Todavía no había un orden de detención, pero ya las cosas que fueron pasando me hicieron notar que yo iba a ir a la cárcel porque unos días antes me habían pedido una boleta de detención a raíz de que había dicho en una entrevista para CNN que yo no sabía si iba a quedarme en el Ecuador para que me iniciaran juicios que se anunciaba en mi contra. Entonces un fiscal pidió a una jueza que estaba de turno en una provincia que me dictara una orden de prisión por lo que yo había dicho en CNN. Una persecución implacable, ilegal. Antes de que tuviera boleta de captura, salí y me tuvieron cinco años y medio fuera del país. Es terrible. Bueno, eso es lo que se llama el ‘lawfare’ que es utilizar el sistema judicial para la persecución política. Los principios de las Naciones Unidas dicen claramente que un juicio en donde los jueces están presionados por alguna autoridad, es realmente ilegítimo. Esto es lo que hicieron y de esta manera han convertido a la mayor parte de los dirigentes de la Revolución Ciudadana en personas que están, unos pocos en la cárcel como Jorge Glas, lo cual es un atropello total a su inocencia, y muchos otros compañeros que están fuera del país.
El expresidente Rafael Correa tiene abiertos alrededor de 40 procesos. Se han comprado el Consejo Nacional Electoral. La judicatura ha sido convertida en una mafia. No hay garantías…
Lo acabas de decir, no hay garantías para vivir en el Ecuador, pero tampoco las hay para la actividad proselitista y política.
Todavía la derecha lo califica de “prófugo” al expresidente Correa como si se hubiera fugado…
Él salió por la puerta grande. Gabriela Ribadeneira, que fue Presidenta de la Asamblea Nacional, salió porque sabía que también la estaban persiguiendo, metieron preso a su padre, lo acusaron de testaferro, de que movió 4 o 5 millones de dólares, lo que era falso. A los pocos meses después de estar preso el señor, lo declararon inocente porque no había ninguna prueba contra él, ninguna, pero y todo el daño que le hicieron. Incluso Gabriela no se anima a regresar a Ecuador porque dice: ¿en qué país estamos?
Ustedes confían en que puede haber imparcialidad y rigurosidad en el proceso electoral de febrero cuando ya un excandidato presidencial de la derecha como Jan Topic acaba de denunciar mediante un video que pagaron a cada uno de los miembros del Tribunal Electoral un millón trescientos mil dólares para inhabilitarlo en la carrera presidencial. ¿Cómo leen esta grave realidad desde la Revolución Ciudadana?
Nosotros no nos sentimos confiados, pero no tenemos más alternativas que jugar este juego. Sabemos que la cancha está inclinada, el árbitro está vendido, la pelota solamente la saben usar ellos y tienen toda la barra a su favor con los medios de comunicación, pero no tenemos otra alternativa. Las últimas dos elecciones las hemos ganado en la primera vuelta y hemos perdido la segunda con muy poco margen, con 3.5 %, y esperamos que ahora la gente recapacite sobre lo que ha hecho, o sea, lo que ha hecho es entregarle el poder a, bueno, primero a un traidor, eso lo asumimos nosotros también porque lo planteamos, pero después a un banquero y luego a otro, un heredero, un bananero heredero que también es banquero (tiene un banco pequeñito) que a lo que se ha dedicado es hacer su negocio, que no tienen la más mínima sensibilidad.
Ecuador está atravesado por la traición, si uno mira históricamente, el dirigente que a este país lo metió en el siglo XX fue Eloy Alfaro, ¿y cómo terminó? Fue traicionado por Leonidas Plaza. En el siglo XXI es Rafael Correa quien enruta a la nación ¿y cómo le han pagado? Y en el intermedio, Assad Bucaram traicionó a Jaime Roldós, uniéndose con la derecha…
Y Lucio Gutiérrez (2003-2005) traicionó a los indígenas, porque consiguió el apoyo de ellos para llegar a la Presidencia, y al poco tiempo les dio la espalda.
Ustedes hablan de traición habida cuenta la felonía de un impresentable como Lenín Moreno. Pero ¿cómo le pueden explicar a la opinión nacional e internacional que ustedes acaban de escoger como binomio de Luisa González a Diego Borja, quien traicionó a la Revolución Ciudadana?
A ver, Diego Borja estuvo con nosotros en el Gobierno, es un hombre que viene de la izquierda desde muy joven, la izquierda cristiana, lo conozco desde hace mucho tiempo. Es un tipo, en mi opinión, impecable, cometió algunos errores en medio camino, después de que salió del Gobierno, se acercó a gente de la extrema izquierda, y creo que por un error que reconoce, en algún rato llegó a decir, “fuera Correa, fuera”. Creo que eso es un gran error de su vida, lo ha reconocido, le ofreció disculpas al presidente Correa. Son cosas que le habrán pasado en un momento corto de su vida, pero yo, si analizo la vida de él, completamente, pienso que es un hombre, efectivamente, en el que se puede confiar. Es un hombre que tiene principios, que tiene formación, que tiene proyección. Y ciertamente, siempre, cualquier cosa puede pasar en la vida, uno no tiene la vida comprada. Reitero en que es una persona en la que nosotros podemos confiar, a pesar de ese pequeño desliz que tuvo en su vida al hacer ese tipo de declaraciones.
¿Y por qué lo escogieron?
Básicamente porque hay dos temas muy importantes en el país que creíamos que debían de acompañar al liderazgo de Luisa González. Luisa es una mujer que se formó en la Revolución Ciudadana, en el Gobierno de Correa, llegó a ser jefa de gabinete, aprendió mucho y es abogada. Pero los dos problemas más importantes que vivía en Ecuador, cuando tomamos la decisión de las candidaturas, eran el problema económico y el de seguridad. Todavía no teníamos el problema energético en el momento de la selección de las candidaturas. Entonces considerábamos que era importante que el candidato vicepresidencial debía ser una persona experta en economía o en seguridad. Por eso tomamos la decisión de que sea Diego Borja, porque es un experto en economía, sabe cómo emprender esta política económica y por eso era importante tener una figura, incluso mayor, porque ya no es un chaval como Luisa González, que es una mujer muy joven. Tampoco es una chiquilla, pero es una mujer joven. Y era importante también contar con alguien que tuviera un poco más de experiencia en el manejo de la economía y por eso planteamos que él estuviera ahí.
En la actual coyuntura política del Ecuador es interesante observar que Noboa se ha peleado prácticamente con toda la derecha. Empezando por su vicepresidenta Verónica Abad a quien prácticamente desterró. A Jan Topic lo sacó de la carrera presidencial, los socialcristianos con su líder Jaime Nebot lo critican permanentemente. Acogiéndonos a encuestas serias como las de Omar Maluk que ubican a Luisa González con 10 puntos por encima de Noboa, es preciso preguntarse, un sector de la derecha ante el desastre del Gobierno terminaría votando por la Revolución Ciudadana. ¿Cómo lo están visualizando ustedes? ¿Tienen algún estudio demoscópico?
Aunque te parezca mentira, es posible que mucha gente de derecha pueda votar a la Revolución Ciudadana. O sea, mucha gente, digamos, no sé si de derecha, pero sectores empresariales grandes, están pensando en votar por Luisa González porque Noboa ha generado mucha desconfianza. Están decepcionados, esa es la palabra. Están decepcionados de estos representantes del sector empresarial, banquero y bananero exportador, que supuestamente deberían haber impulsado y mejorado la economía para que les vaya bien a los sectores empresariales y lo que han hecho es destruirla, porque esa es la realidad. Con todas las decisiones que han tomado de diversos tipos, este año, por lo menos en los primeros tres meses, estábamos descendiendo del 2 % del PIB, o sea, menos 2 %, es gravísimo. Y sin ningún evento catastrófico, o sea, ya superada la pandemia y todo eso, lo que se evidencia es un mal manejo de la economía. Ahora, quién sabe qué va a pasar en este año, cómo vamos a terminar con los apagones, porque esto va a ser todavía más grave.
Evidentemente lo que nota la derecha es que, con estos representantes del supuesto sector empresarial, que más que representantes de ese sector son políticos, digamos, disfrazados de empresarios, no les ha ido bien en su gobierno. En contraste, en el Gobierno de Rafael Correa, que fue un gobierno para la gente, que puso la prioridad en el bienestar de la población, les fue fantásticamente bien a los empresarios, porque digamos, dejando de lado los temas ideológicos, finalmente lo que les interesa es que les compren lo que ellos producen y venden. El Gobierno de Correa fortaleció muchísimo la economía interna, la democracia económica, la redistribución de la riqueza, el mejoramiento de los salarios, la estabilidad laboral, la inversión pública, que fue gigantesca, alcanzando 14 % del Producto Interno Bruto, cuando el promedio de América Latina era del 4, 5, 6 %. Todo eso generó una dinamización de la economía. La inversión pública en general que estaba entre el 4, 5 o 6 % del PIB, nuestro Gobierno logró un promedio como del 12 % o algo así, fue altísimo. ¿Por qué lo hicimos? Porque el país estaba destrozado de antes, del feriado bancario del año 99, de la crisis de migrantes, o sea, el país estaba deshecho.
Las escuelas, los hospitales, las vías eran una desgracia. Era necesario reconstruir el país, lo hicimos. Para eso era necesaria una inversión muy grande. Pero no solamente para reconstruir lo que estaba mal, sino para ver cosas nuevas, hacer nuevos aeropuertos, nuevos puertos. Ocho hidroeléctricas en un país de 250.000 km2, que nos permitieron hacer lo que hace un momento lo conversábamos, exportar energía cuando antes importábamos.
¿Todo eso lo están recapacitando los de la derecha?
Sí, la gente del sector empresarial. Los que ideológicamente están en la derecha no van a estar por nosotros, pero el sector empresarial serio que se maneja no tanto por la ideología, sino por sus actividades, por sus negocios, sí. Se da cuenta que a nuestro gobierno le fue fantásticamente bien, y sin que nosotros hubiéramos hecho una gestión en pro de sus intereses. Nuestro gobierno no lo dirigimos a ellos, lo dirigimos al pueblo. Pero, como se dice en el billar, de carambola les llegó el bienestar. Porque si la gente del pueblo tiene bienestar, entonces va a comprar mucho. Va a comprar muchos bienes, va a adquirir servicios, va a hacer turismo interno, va a llevar a sus hijos a la escuela, va a tener muchos recursos para la distracción, etc. Eso fue lo que ellos vivieron. No les gustaba que Correa dirigiera el Estado, porque ellos se acostumbraron a poner los ministros de Industria para que hicieran la rectoría con él. Los banqueros toda la vida han puesto al Ministro de Finanzas, a la Junta Bancaria, a la Junta Monetaria, siempre.
Por eso es por lo que mucha gente de los sectores empresariales grandes, yo he escuchado a unos amigos que están vinculados con ellos, dicen, nosotros creemos que vamos a votar por Luisa, porque realmente es la única candidata que nos puede garantizar que nos va a ir bien en los negocios.
¿En su análisis qué peso específico electoral pueden tener los llamados candidatos de progresistas como el líder indígena Leonidas Iza, no obstante que buena parte de la población raizal ha terminado votando por la derecha?
En las encuestas que nosotros hemos visto, después de Luisa González, Daniel Novoa y Jan Topic, ahora ya no va a estar Topic, han puesto a alguien que no creo que vaya a poder llevarse los votos de Topic.
Iza en algún momento llegó a tener el 4 %, y los demás candidatos normalmente están con 1.5 % para abajo. Ahora, sin embargo, nosotros tenemos considerado que algunos de esos candidatos, si es que nosotros llegáramos a la segunda vuelta, que es muy posible que así sea, es probable que Pachakutik (el partido indígena), o que Iza, en general, el liderazgo indígena, pida votar por nosotros en esta oportunidad, porque se han equivocado muy mal en los últimos periodos. Pero incluso sectores como el Centro Democrático y el Partido Socialista, es probable que, si nosotros entramos a la segunda vuelta, ellos nos acompañen. Y ahí, en la segunda vuelta, esos votos, esos porcentajes, aunque ahora parezcan pequeños, pueden ser muy importantes.
Y finalmente, ¿cuál es el objetivo de su visita a Bogotá?
Acompañar a estos candidatos a la Asamblea Nacional (órgano legislativo) por la circunscripción latinoamericana. Yo soy dirigente nacional del movimiento, y en esa calidad, aunque soy también candidato en la provincia del Guayas, pero como miembro del Buró Nacional del movimiento, me comprometí con ellos a acompañarlos, a generar un nivel de motivación. También a comentar y a preguntar cuáles son las necesidades que ellos pueden tener y que nosotros, como dirigentes nacionales, les podemos ayudar para que la campaña que desarrollan pueda ser exitosa.
Tenemos una circunscripción que se llama América Latina y el Caribe y en Ecuador, se vota también por los migrantes. No solo votan, sino que también ellos forman parte de la Asamblea Nacional. Desde el año 2008 hemos tenido representación, al principio tuvimos dos, y luego hemos tenido un representante de América Latina por la Revolución Ciudadana. La presencia nuestra también puede estimularlos a ellos y a los militantes para que empujen una campaña que es corta y que ya en febrero tendremos que saber los resultados.